Es aterrador pensar que una especie de cetáceo tan increíble e inteligente como el delfín venga siendo asesinada y secuestrada de la manera más vil que pueda ocurrirle a seres tan indefensos ante la maquinaria de destrucción y caos humana que se lucran a expensas de los animales.
Los delfines son raptados y alejados de sus crías y familias con las que han estado recorriendo kilometros y kilometros de distancia que son resumidos cruelmente al confinamiento en acuarios donde personas como tú que están leyendo esto promueven a que esta industria de sufrimiento siga condenando no sólo a delfines sino a lobos marinos, focas, tortugas, pingüinos y demás especies para lucrarse económicamente sin tener en cuenta los sentimientos y capacidades de sociabilidad y empatía que estos tienen, por eso decido acudir a mis crónicas para que puedan entender detalladamente el trabajo forzoso al que estos cetáceos están siendo sometidos. Solo quiero que se imaginen el siguiente escenario:
¿Se imaginan que una hermosa mañana en la que estás con tu familia, rodeado de la gente que amas sean interrumpidos por un grupo de secuestradores que quieran encerrarlos de por vida y alejarlos de sus seres queridos por llenarse los bolsillos de dinero obligándote a que realices actos que no van con tu esencia y sano desarrollo, que atentan contra tu salud mental y física? ¿Te sentirás bien al ser enclaustrado toda la vida después de haber recorrido la mitad del planeta con tu familia?
Pues esto es lo que diariamente sucede alrededor del planeta y en nuestra " Amada Colombia". Los delfines (Delphinidae), llamados también delfines oceánicos para distinguirlos de los delfines de río, son una familia de cetáceos odontocetos muy heterogénea, que comprende 34 especies. Miden entre 2 y 9 metros de largo, con el cuerpo fusiforme y la cabeza de gran tamaño, el hocico alargado y solo unespiráculo en la parte superior de la cabeza (orificio respiratorio que muchos animales marinos tienen como contacto del aire o agua con su sistema respiratorio interno). Son carnívoros estrictos. Están entre las especies más inteligentes que habitan en el planeta. Se encuentran relativamente cerca de las costas y a menudo interactúan con el ser humano. Como otros cetáceos, los delfines utilizan los sonidos, la danza y el salto para comunicarse, orientarse y alcanzar sus presas; además utilizan la ecolocalización.
Es importante caer en cuenta que la ciencia a comprobado que los delfines y las ballenas poseen un sistema nervioso más desarrollado que el del ser humano; y sin duda alguna tienen plena consciencia de si mismos, puesto que son capaces de reconocerse en un espejo,utilizar herramientas, fabricar sus propios juegos de entretenimiento en el mar, ademas de comunicarse entre ellos y vivir en manadas en grupos familiares con interacciones sociales tan complejas como las nuestras.}
En palabras sencillas son tan conscientes o incluso más que nosotros y no solo los tienen en cautiverio que seria el igual al tener un grupo de persona presas, sino que además de esto los obligan a trabajar forzosamente todos los días ya que los acuarios comúnmente se encuentran en lugares con turismo masivo que operan los 7 días a la semana de los 12 meses del año.
Es muy común que las empresas de turismo que están asociadas con los acuarios alrededor del mundo y en Colombia vendan este tipo de espectáculos como actividades lúdicas, educacionales y terapéuticas con la finalidad de lavar su imagen y atraer clientes como familias con niños que son los usuarios más frecuentes. La estrategia de los acuarios de cara al público externo es bastante inteligente ya que la mayoría de personas que asisten a este tipo de actos crueles no tienen idea de la verdadera imagen de estos lugares cuando las puertas se cierran al publico.
Lo que ellos no se imaginan cuando todos se van es la soledad, estrés y tristeza infinita a la que son sometidos estos grandes animales porque han sido arrebatados de sus familias, los delfines tienen conciencia y ellos también sufren por la pérdida de sus seres queridos. Da igual si nacen cautiverio, muchos de estos sitios venden las crías a otros acuarios por cantidades exorbitantes. Un negocio redondo por parte y parte.
En Colombia existen cuatro lugares para nadar con delfines: San Andrés Y Providencia, Cartagena de Indias en dos puntos de la ciudad, y finalmente Santa Marta. La mayoría de estos sitios venden la actividad con los delfines con el lema de diversión familiar; tienen el discurso trillado alegando que los delfines poseen sentido del humor y que por ser seres tan sociales también deben estar en contacto con los humanos, esto es falso ya que moralmente y al momento de nacer los animales no tienen dueños y mucho menos tienen personas a su lado que elijan el destino de sus vidas como hacen los empresarios de esa industria.
A los trabajadores de los acuarios los entrenan también con todo lo que deben decir al público, ellos en medio de una "charla informativa" aseguran que los delfines y demás especies en cautiverio viven mas años que en libertad y eso es una falsa afirmación para alguien que tenga conocimiento exacto de esta actividad puesto que la capacidad de vida de estos cetáceos se reduce a la mitad de lo que pueden vivir en manadas libres en el mar.
El sufrimiento relacionado se asocia con todas las etapas de la vida de los delfines en cautiverio; aunque los delfines parecen sonrientes y felices, experimentan estrés y sufrimiento en cada etapa de sus vidas.
En su ambiente natural, los delfines nadan libremente a lo largo de 100 km diarios, e incluso más, pero en los tanques de concreto solo pueden hacerlo en un espacio 200 mil veces más pequeño que en los océanos, expuestos a infecciones y químicos, normalmente drogados para poder soportar el cautiverio. Tristemente solo pueden nadar en pocos metros. La ansiedad y el estrés pueden causar automutilación y los puede volver agresivos.
Las compañías de turismo que venden boletos para este tipo de espectáculos se están lucrando con el sufrimiento de estos animales y la ambiciosa industria de los delfines ha creado una red de mentiras para dejarse ver como cuidadores, más no como captores.
Esta es la primera parte de una serie de capítulos que tendrá esta crónica sobre la falsa sonrisa detrás del espectaculo de los delfines que sin duda no puedo resumir en un solo capítulo puesto que tengo tanto por decir que necesito seguir informándoles de este grave y triste problema que pasa desapercibido para muchos de ustedes.
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