Primero les pusieron en la cima del lugar donde quedaba su pirámide la imagen en bronce de un conquistador. La tumbaron por la bravura misak y buscan que ese lugar vuelva a ser el refugio de sus antepasados, sagrado hasta los tuétanos. Después de corregir el error histórico los misak y los arqueólogos ven con preocupación la utilización de maquinaria pesada para excavar el lugar, lo que dañaría para siempre las ruinas que ahí yacen.
Así lo denunció la W Radio:
#NoticiaW | Maquinaria pesada ingresó al Morro de Tulcán en Popayán, donde se encontraba el monumento de Sebastián de Belalcázar. Antropólogos denuncian que esto afecta los estudios arqueológicos que buscan preservar el patrimonio cultural e histórico. >> https://t.co/5ztAAhNKby pic.twitter.com/KP1iEI0MU0
— UltimaHoraLaW (@UltimaHoraLaW) September 18, 2020
Poco o nada les importó que este lugar estuviera preservado y fuera considerado un patrimonio nacional.