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A punta de cebolla y con 21 años, transformó el campo colombiano

La joven boyacense Ginna Alejandra Jiménez es toda una empresaria del agro. Hoy su emprendimiento beneficia a más de 26 mil agricultores y muchos de ellos encuentran en almacenes de cadena aliados muy importantes

Ginna Alejandra Jiménez y su hermano Brayan Fernando no tienen más de 23 años pero desde hace cinco años son empresarios promotores de tecnología en el campo colombiano. En 2014, su familia que lleva años dedicada al negocio de la cebolla, atravesaba una situación difícil. Habían perdido bastante dinero por una cosecha que se echó a perder y tenían deudas con los bancos. En ese momento los hermanos tuvieron una idea que mejoraría la situación no solo de ellos sino de muchos otros agricultores.

Los hermanos observaron que en la cadena productiva entre comprador y productor puede haber entre 5 y 6 intermediarios que se quedan con la mayor parte de la ganancia. Su idea consistía en un Marketplace donde los agricultores podían crear un perfil, subir fotos de sus productos y tener visibilidad para contactarse directamente con sus compradores. Así nació Comproagro, una plataforma digital que hoy día impacta positivamente a más de 26 mil agricultores en todo el país. La iniciativa digital cautivó el interés de Carulla y el Éxito, que vieron en ella una oportunidad de eliminar la intermediación y contribuir al desarrollo de cadenas de abastecimiento sostenibles. Gracias a esta alianza Ginna puede concentrarse en producir un producto de la más alta calidad posible, pues la venta del mismo ya está asegurada al tener un comprador que requiere grandes cantidades semanales: “la relación comercial inició porque nosotros siempre habíamos soñado con ser proveedores del Grupo Éxito. Necesitábamos un cliente que requiriera grandes cantidades de cebolla, como la que se cultiva en Toca”, afirma Ginna.

Ginna cuenta que a estos grandes supermercados les interesó el proyecto porque así apoyan a la comunidad con la compra directa de sus productos y contribuyen al desarrollo de la región. La plataforma no solo es una ventana para agricultores, sino que genera empleos directamente a madres cabeza de familia. Además, la alianza con estas grandes superficies les asegura la venta de aproximadamente 20 toneladas de cebolla semanales, garantizando así a los agricultores una entrada fija. Gracias a Comproagro, los agricultores que la utilizan para vender sus productos, han mejorado sus ingresos entre un 10 y 20%.

Actualmente Ginna tiene 21 años y es estudiante de quinto semestre Administración y Negocios Internacionales de la Universidad de Boyacá. Escogió esta carrera porque quería que su paso por la universidad le sirviera para complementar su emprendimiento y tiene planes de exportar. En efecto, ya hay conversaciones con empresarios de países como México y España que están interesados en Comproagro. Para que esas exportaciones sean una realidad en un futuro algunos agricultores que ofrecen sus productos en la plataforma digital reciben acompañamiento en procesos de certificación indispensables para exportar.

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"No ha sido fácil, aún estamos trabajando para lograr llevar más beneficios a todos nuestros usuarios, sin embargo, estamos convencidos de que la tecnología si esta de la mano con el campo y de que los campesinos colombianos merecen ser dignificados", Ginna junto a su familia en Toca, Boyacá, Colombia

La mayor satisfacción que ha experimentado en los cinco años que lleva con Comproagro, es haberle dado a su familia una estabilidad por medio de un emprendimiento que conecta las infinitas posibilidades del creciente mundo digital con el campo. Además, está convencida que el campo colombiano puede ser fuente de riqueza, empleo y prosperidad para todo el país: “El campo es amor, es paz, es desarrollo. Necesitamos que nuestros agricultores reciban más apoyo, que nuestros productos se comercialicen no solo a nivel nacional sino internacional, y que nos beneficiemos de toda la riqueza agronómica que tiene nuestro país. Nuestro campo ha sido trabajado de manera muy fuerte por generaciones pasadas y tenemos que mirar hacia futuro, educarnos y traer todos nuestros conocimientos al campo para aprovechar todo el motor agrícola que tiene Colombia”.

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