Álvaro Uribe finalmente aceptó la cita del padre Francisco de Roux, quien en los últimos tres años había insistido para que el expresidente rindiera su versión libre y testimonio en la reconstrucción de la verdad cuando fue gobernador de Antioquia (1995-1997) y Presidente de la República (2002-2010). A diferencia de exmandatarios como Ernesto Samper y Juan Manuel Santos, Uribe había rechazado la invitación de la Comisión de la Verdad bajo el argumento de que ya en el pasado le ha pedido perdón a las familias de las víctimas. Sin embargo, cambió de decisión pero bajo una condición muy estricta: la reunión debe ser a puerta cerrada y no en una audiencia ante el Sistema de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición, pues esto implicaría que el expresidente reconoce de facto la legitimidad de la Comisión, algo que ha negado al ser el detractor mayor del Acuerdo de Paz.
Uribe también podría aprovechar la conversación con el padre De Roux para contravertir la versión que dio Santos en su comparecencia pública hace dos meses y en la que habló, sin mayor detalle, sobre los falsos positivos. El presidente de la Comisión de la Verdad, sin embargo, no desistiría en su idea de convencer a Uribe, con quien siempre ha mantenido un diálogo, para que algún día acepte hablar públicamente.
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