Hoy asistimos a más de treinta años de reformas orientadas a redistribuir la riqueza social en beneficio de una clase política económica mezquina, al costo social de profundizar la desigualdad y la pobreza que tiene al pueblo colombiano sobreviviendo al día. Hoy el sentir colectivo es que necesitamos cambiar un modelo económico desigual y una clase política negligente e indolente.
A propósito del supuesto retiro de la forma tributaria por Duque, necesitamos un ejercicio fuerte de pedagogía para difundir el sentir colectivo de que el problema es de fondo, de modelo y de la clase política-económica que se beneficia del mismo. Lo que ha movilizado a la sociedad, es ese sentido de la injusticia y en sufrimiento innecesarios que, gobierno tras gobierno se han profundizado con políticas de hambre, miseria y represión; y que hoy a pandemia se evidenció más. En treinta años esta clase parasitaria y violenta ha impuesto:
- Las reformas tributarias que hoy nos hacen ver natural un IVA del 19 por ciento, (cuando empezó el IVA era del 10% , 12% ,16%, y además se lo aplicaron a bienes de la canasta, el único país con esto). Así mismo, vemos naturales los beneficios tributarios del sistema financiero que tanto le gustan a Sarmiento Angulo (qué incluso doblan las ganancias de un sistema, y en el 2020 a pesar de la pandemia ganó 14 billones de pesos, solo a los bancos les fue bien drenando la riqueza vía pago de deuda pública con nuestros impuestos). El cuento siempre ha sido el mismo, reforma tributaria para parar un déficit que nunca para, porque lo recaudado se va a corrupción, pago de deuda a los bancos y la politiquería.
- La reforma a la salud, la ley 100 que privatizó y precarizó el sistema de salud; y hoy la reforma a la salud mediante el proyecto de Ley 010, entregará lo que queda a los mismos y nos impondrá pagar seguros en beneficio de aseguradoras y EPS, (a la cuales además de cotizar, hoy les pagamos copagos por entendernos mal).
- La reforma pensional que enriqueció a los fondos privados de pensiones de Sarmiento Angulo y el Grupo Económico Antioqueño (GEA), y hoy la piensan profundizar a favor de los fondos privados destruyendo el fondo público, aumentando cotizaciones y reduciendo lo que estos fondos se obligan a pagar como pensiones a los trabajadores, cuando estos, si lo logran alcanzan la edad de pensión.
- Las reformas laborales que hoy nos tienen con trabajos de precarios y que además quieren pagar por horas, mientras el 60% de los colombianos siguen viviendo al día de trabajos informales y un 45% está hoy en situación pobreza.
Todas esas reformas han sido un mecanismo para sacar la riqueza de las clases populares y entregarla a un puñado de terratenientes y banqueros; Todas estas reformas hoy no se van a detener porque Duque sigue en el marco de los acuerdos con la Ocde, que le imponen hacer dichas reformas; y por qué su campaña, fue financiada, e incluso fue impuesto fraudulentamente en el gobierno, precisamente por quienes se han beneficiado de todas esas reformas que saquean la riqueza del pueblo: Sarmiento Angulo, bancos, grupos económicos, multinacionales y por supuesto Uribe (este último fue quien además afianzó en paramilitarismo y la violencia como pilar para imponer y sostener un modelo empobrecedor y varias de estas reformas y privatizaciones implantadas bajos sus gobiernos).
Reformas, que, a pesar de las movilizaciones de los años 1990, la crisis que causaron en 1998-1999, la minga social y comunitaria de los años 2000, y las movilizaciones de los años 2012-2016-2018-2019, solo se han detenido parcialmente, se les ha bajado el ritmo de implementación. Pero de fondo, seguimos en el mismo ciclo. Por esto, hay que hacer pedagogía social para que se comprenda que, o cambiamos de fondo un modelo económico que beneficia a pocos y le deja al pueblo el hambre, la miseria, el desempleo, pobreza y la desesperación de sobrevivir al día; o seguiremos sufriendo, de forma injusta, esta debacle social.
Sin un cambio, seguirá gobernando la misma clase política corrupta, (y aliada del narcotráfico), beneficiaria en calidad de parásitos al apropiarse a través de las reformas de la riqueza social que no generan. Me refiero a los Uribe, Carrasquilla, Sarmiento, Duque, Char, Cabal, Lafaurie, etc. Además, seguirá la violencia del estado como forma de debilitar el movimiento social y controlar la inconformidad social frente a sus políticas de pobreza, miseria, hambre y muerte.
Lo que nos ha unido es un sentido de injusticia, de saber que está mal distribuida la riqueza en la sociedad, de saber del sufrimiento injusto que la clase política y los grupos económicos causan al pueblo colombiano; ese sentido hay que profundizarlo, y avanzar en la comprensión colectiva de lo que tenemos que cambiar, para darle futuro a este país, es el modelo económico, la clase política corrupta y la mezquindad de los grupos económicos más poderosos.
