Por ello, esa manía española de ir “a por ello”, donde siempre van a por el pan y no simplemente por pan, pero aquí en Madrid a veces a uno le da por tirarse los bien bonitos acentos colombianos.
Este escrito va dedicado a los pocos seguidores de mis textos, bien pocos (los seguidores…) por cierto, y lo primeo que debo decir es que acerté en una de mis reglas expresadas acá hace pocos días y que consistía en declarar mi total falta de deseo de seguir escribiendo sobre el gobierno de turno por otros cuatros años, repitiendo por enésima vez cómo no pueden ser creíbles gobiernos en donde la sanidad pública queda reducida a un último lugar, delegando el asunto a avariciosas empresas privadas donde el tema principal es money money.
Ahí acerté. De nada sirve escribir sobe el caso Carrasquilla si no hay autoridad que le meta mano al asunto.
Me equivoqué cuando dije que comenzaba a hacer microcine
con mis relatos
Pero me equivoqué cuando dije que comenzaba a hacer microcine con mis relatos. Los hice, agradezco en el alma la ayuda de Robert Vivas, de acá en Las2Orillas, pero sin producción los micros quedan cojos. Hice más de diez pero les quedó faltando el toque Almodóvar. Ya será el momento.
Y mientras seguiré escribiendo aquí de temas varios ajenos a la monotemática política colombiana.
Y hablando de…
Y hablando de la monotemática política nacional, me pregunto de qué habrán hablado de tú a tú el presidente Duque y Francisco, el de Roma…