Sociólogo de la Universidad de Paris y profesor emérito de la Universidad Nacional, Eduardo Pizarro acaba de publicar el libro Cambiar el futuro, historia de los procesos de paz en Colombia 1981-2016. El tema no le es ajeno en cuanto vivió de cerca, en familia, el proceso que llevó a su hermano Carlos Pizarro a empuñar las armas primero en las Farc con las que rompió para unirse al M-19 de Jaime Bateman. Llegó a ser el último comandante general que además condujo la organización hacia la firma de la paz en el gobierno de Virgilio Barco.
Era el jefe del M-19 cuando Gustavo Petro militó en esta guerrilla y es una de las pocas figuras por las que el Presidente reconoce admiración, tanto así que la escogida para colocarle la banda presidencial y ser protagonista en su posesión fue la senadora María José Pizarro, hija del líder guerrillero asesinado en 1990. Ella es tal vez la parlamentaria más cercana e influyente con el Presidente; una incondicional de su proyecto político.
Eduardo Pizarro, su tío, no solo tomó otro camino, sino que tiene serias diferencias con la manera de ejercer el poder Gustavo Petro. En esta conversación con Juan Manuel Ospina analiza cómo el estilo construido sobre su liderazgo personal, es ejemplo de un nuevo modelo, que empieza a verse en el mundo, de gobiernos elegidos democráticamente que asumen rasgos autoritarios como se está dando con el personalismo extremo de Gustavo Petro
Juan Manuel Ospina. Eduardo Pizarro, nunca fue militante de 19. Ha sido un hombre muy comprometido, con una visión muy crítica de la realidad nacional, con un afán por entender este país y por entender algo que sobre lo que queremos hablar hoy acá: la política.
Eduardo, empecemos por la crisis que están viviendo las organizaciones políticas, los partidos. Han nacido 37 nuevos en un par de años No es un buen síntoma para una democracia fuerte sana. Súmales a esto la dificultad de ir generando acuerdos políticos, que parecen imposibles en Colombia. Y en eso se basa la democracia. Y no es en Colombia, es en el mundo.
Eduardo Pizarro: Y te digo que en los próximos meses la cifra puede superar los 40 partidos, por las solicitudes en curso. Algo nunca visto. En los años 90 se produjo un fraccionamiento del sistema de partidos que llevó a una reforma política para exigir niveles más altos en los requisitos para poder tener partidos más fuertes. Sin embargo, eso se fue debilitando y hoy en día, prácticamente con un representante a la cámara o un senador, más de votos en una elección, ya se puede conformar un partido político con reconocimiento del Consejo Nacional Electoral.
Es decir, está absolutamente fracturada la representación política en Colombia. En el senado está fraccionada y ni que decir de la Cámara. Esto lleva a que sea imposible lograr formar mayorías parlamentarias. Y cuando un gobierno tiene que comenzar a negociar con una multitud de fuerzas políticas en el senado de la cámara, las leyes son de pésima calidad.
JMO:Es decir, es un debilitamiento de los escenarios en donde los partidos actúan.
EP: Es muy impactante. El Pacto Histórico está compuesto por 15 partidos y 12 movimientos políticos y étnicos 26 en total y obviamente ahí no hay una un aparato político coherente. El resultado es un liderazgo personal. Gustavo Petro no tiene un partido que lo oriente que le ponga límites, sino que él es él
JMO: Así es. Pero simpático ver a Petro salir repentinamente a proponer crear el partido único para las elecciones, creyendo que por decreto se acaba la fragmentación.
EP: Es interesante porque obviamente está demostrando la debilidad, pero también destapando las cartas. Un único partido para plantear la posibilidad de una eventual reelección. Ya hay un equipo de abogados estudiando si es viable, jurídicamente cambiar las normas del país que prohíben la reelección presidencial. Entonces la idea sí es una reelección de Petro, si eso fuese viable, que unificaría el Pacto Histórico alrededor suyo. En eso están un grupo de abogados trabajando. Yo creo que es absolutamente inviable hoy en día cambiar las actuales normas. (…)
JMO: Uno puede relacionar la dinámica de fraccionamiento partidista y un cuestionamiento de la democracia.
EP: Tienes razón. Con el colapso de la unión soviética y del campo socialista en los años 90 hubo un auge democrático a nivel global incluida América latina después de las dictaduras militares. Surgieron regímenes democráticos en África, Asia, Europa oriental y hoy estamos viviendo un retroceso profundo. Disminuyen las democracias, aumentan los gobiernos autoritarios.
El nuevo modelo son gobiernos electos que comienzan a asumir rasgos autoritarios. Ahí está Hungría, Trump en EEUU, el Brasil de Bolsonaro, posiblemente Italia. Regímenes elegidos democráticamente que se transforman en regímenes de carácter autoritario.
La democracia representativa se está agotando. Se ha abierto paso un modelo que convierte democracia representativa de partidos en democracia ciudadana con mecanismos de representación directa. Es revivir la democracia griega.
JMO: El ágora. Una relación directa del ciudadano con el elector y luego el gobernante que canaliza las demandas de los ciudadanos.
EP: Esta combinación de democracia representativa con democracia directa se está convirtiendo en la solución al agotamiento de la democracia representativa
JMO: Colombia también podría estarse yendo por ese camino.
EP: Yo creo que Colombia tiene que estudiar la experiencia de Bélgica, Irlanda o Canadá donde se complementan los dos sistemas para que esas creaciones de espacios de representación ciudadana sirvan para fortalecer la democracia representativa y no para debilitarla. En Colombia se está dando una competencia entre unas y otras.
JMO: Esto está muy relacionado con el descrédito de los partidos y los políticos. Siento uno en Colombia una especie de venganza ciudadana por los abusos de los políticos-
EP: Si. Además de los 37 partidos hubo en las pasadas elecciones 500 grupos significativos de ciudadanos eligiendo concejales diputados alcaldes gobernadores que nadie controla. Así es imposible. Nadie sabe quién los elige, son financiados localmente, nadie rinde cuentas a nadie. Es una distorsión de la democracia. (…)
JMO: El proceso viene de atrás… con la Constitución del 91
EP: Lo cierto es que se está generando una democracia con zonas muy oscuras. Tenemos que. avanzar hacia una combinación de democracia representativa con democracia ciudadana directa y participativa, que se complemente y refuercen mutuamente. Y, por consiguiente, la crisis de la democracia representativa de los partidos se neutralice con esta democracia ciudadana y participativa.
JMO: Se abrieron las puertas para que se multiplicaran los partidos, cualquiera arma un partido y cada vez hay más.
E.P: Abrimos las puertas mal o se abrieron mal. Ha debido ser un proceso gradual… moderado. Esta cantidad de partidos hace imposible la gestión parlamentaria; nadie dispone de una mayoría en el congreso para sacar leyes de carácter coherente. El fraccionamiento termina produciendo leyes colchas de retazo. Hay que rediseñar el sistema
JMO: Es la personalización extrema. La política entendida como de servicio a los intereses particulares sin la perspectiva general que es la que orienta y dinamiza el proceso democrático. Lo otro que ha hecho carrera son las coaliciones electorales y de gobierno.
EP: Como ocurre con el Pacto Histórico. Es una gran coalición de 15 partidos y 12 movimientos políticos y étnicos 26, 27 en total. Pero son tan débiles cada uno de los componentes que eso impide la construcción de consensos programáticos serios y, por consiguiente, lo que genera es un personalismo extremo en el presidente Gustavo Petro, porque no hay un partido de gobierno, lo que ahí es una multiplicidad de grupos alrededor suyo.
Necesitamos pasar de 37 que son los que hay hoy en Colombia a 5 o 7 partidos importantes, al tiempo que se fortalezca la democracia ciudadana como se está haciendo en otra parte del mundo.
JMO: Y este debe tener un fuerte contenido regional.
Continúe viendo la conversación:
También le puede interesar: “Hay crisis climática, pero tampoco es que el mundo se esté acabando”: Brigitte Baptiste