Teófilo Gutierrez es un personaje complicado. A donde va levanta polémica, peleas, roncha. Sus razones habrá tenido Don Fuad para echarlo. Ahora, si un técnico logra encauzar su potencial, es un crack, un tipo que puede conseguir, él solo, títulos. Rafael Dudamel consiguió que se metiera en el cuento y su jerarquía fue fundamental para que el Deportivo Cali ganara el campeonato. Teo es juego, es malicia, y es una garantía mediática para todo conjunto, una máquina de vender camisetas por eso ha sido ídolo en todos los equipos a los que ha ido, incluido el River Plate.
Por eso, en el 2017, cuando al mando de Comesaña el Junior quiso acaparar el continente, y contrató a Chará y a Teófilo Gutierrez, el equipo tiburón vendió 25 mil abonos. Ahora, que se ha hecho una inversión parecida a la de ese año, el Junior de Barranquilla apenas lleva 6 mil abonos. ¿La razón? La gente no le cree a Borja.
Borja será la esperanza de gol de esta selección Colombia pero ni en su casa, el Metropolitano, le creen. Por eso, así haya costado 4 millones de dólares, está lejos de tener el carisma, la devoción de un verdadero ídolo como Teófilo Gutierrez. La pelea de Teo con Fuad Char debilitó a este último, y después de que los azucareros levantaran su trofeo las críticas por esa pelea no terminan.
A Teo hay que darle amor y en Barranquilla los Char no le dieron todo lo que él esperaba.