René Guarín, hermano de Cristina Guarín, una de las desaparecidas en el Palacio de Justicia, hace un gesto de reconciliación con la periodista Salud Hernández, quien ha sido dura con su familia, una de las mayores luchadoras para que no haya impunidad contra aquellos que murieron trabajando en la cafetería del Palacio aquel 6 de noviembre de 1985. Guarín se refiere especialmente a la columna ¿Quién miente más?, publicada el 9 de noviembre de 2015 en El Tiempo.
Esto dice René Guarín:
"A pesar de esta sucia, ofensiva y mentirosa columna sobre mi familia escrita en noviembre pasado, deseo que quienes tienen a esta señora (Salud Hernández) la liberen. No le deseo a la familia de ella que viva lo que vivió la mía y lo que viví yo: una familiar desaparecida y que 30 años después le maltraten a sus difuntos papá y mamá abusando de la generosidad de espacio que le da prensa escrita. De eso se trata la reconciliación: pasar la página".
Esta es la columna de Hernández:
¿Quién miente más?
Una simple falda escocesa simboliza lo complejo de llegar algún día a la verdad sobre el palacio. La misma imagen y distintas miradas, unas limpias y otras interesadas. Los colores de esa prenda fueron cambiando con el pasar de los años y según quien los recordara.
¿Por qué es tan importante ese pedazo de tela, saber quién la vestía en la tragedia del Palacio de Justicia? René Guarín la necesita para aseverar que su hermana Cristina Guarín es la mujer de la falda escocesa que cargaba un soldado y salió viva del Palacio, y el coronel Plazas Vega fue el responsable de asesinarla.
¿Quién dice la verdad? Si repasan la famosa imagen, la cara y la descripción de María Nelfy Díaz es la que más concuerda, pero imposible jurarlo si uno no estuvo allá, dada la precaria calidad de la grabación.
Sería necesario recurrir a otros elementos de juicio. Uno básico es qué gana cada uno. Los papás, nada; hablan con el corazón. Y María Nelfy, solo problemas. Por años le dieron la razón, pero ahora tendrá que responder por supuesta falsedad. Como no testificó lo que querían oír, la amenazan con un carcelazo. Va a resultar la ascensorista pagando más que un terrorista.
El que sí gana es René Guarín. Durante más de una década mantuvo en secreto que perteneció al M-19; solo por Claudia Morales lo conocimos, y no se limitó a repartir panfletos. Participó en un asalto en Nemocón, en el que asesinaron a un policía, y en el secuestro de un empresario. Debió de cometer más delitos y aunque dijo que ingresó al M-19 después del asalto al palacio por la ira con lo ocurrido con su hermana, no se puede descartar que ya perteneciera al grupo armado.
Estudiaba Ingeniería de Sistemas en la Nacional y su hermana había terminado Derecho en la Distrital. Una vez me dijo un sicario que una vuelta grande no se hace si no tienes gente adentro. Según Guarín, en los 36 días que su hermana laboró en la cafetería se hizo tan amiga de un tipo de seguridad que le guardaba el arma en la cafetería, tesis difícil de comprar. Si René era ya del M-19, ¿utilizó a su hermana?
En todo caso, no parece que sea la persona con autoridad moral para exigir verdades y justicia. Secuestrador y cómplice de asesinato, amnistiado gracias a la generosidad de la sociedad, lo mínimo sería mantener una presencia discreta dentro del grupo de víctimas. Tiene el mismo derecho que los demás a saber qué pasó con su familiar, pero podría empezar dando ejemplo. Que no mienta más y cuente al país lo que sabe.