Tercera y última entrega. Abril 17/2014
Esta última entrega es parte del panfleto, reservada, porque en ella se incluyen las denuncias más graves y que afectan por estos días la realidad de un pueblo, que no sabe si es o no real lo que aquí se expresa, e involucra hasta el alcalde municipal. Dice así:
Continuación que va, después de Maldad y muerte:
Además recordar que personas que hoy viven y controlan nuestro pueblo y que presumen de ser gente distinguida y respetuosa en cargos públicos, fueron participes de dichos crímenes pues se vincularon directamente con este grupo paramilitar desde sus inicios, como son Lucero Castaño Castillo (primera dama del municipio) quien tiene su primer hijo con un guerrillero del ELN, la segunda hija con un jefe paramilitar que comandaba con las directrices de Ramón Isaza , y hoy en día su hija Isabella es ahijada del presunto paramilitar y asesino alias "morrongo" del Fresno, sin olvidar que ha mostrado un comportamiento deplorable como primera dama, en situaciones especificas, ejp: siendo amante de Oscar Augusto Ortiz Reyes, relación que fue descubierta por el propio Mayer que desencadenó un escándalo público del que todo el pueblo fue testigo.
En la segunda entrega se relaciona que la abuela Luz Linda que ella compartió con los responsables de la muerte de Yaneth Reyes, pasando por encima del dolor de la familia y utilizándolos como telón de su buen nombre.
Hoy después de repartido el panfleto en la semana de 9 de Abril/2014, los comentarios populares son diversos. Algunos le echan la culpa a la politiquería, otros expresan, que bueno fuera, que las autoridades civiles y militares y los entes de control investigaran la realidad. No se puede dejar estas denuncias a la deriva. Si es cierto, quienes estén involucrados tendrán que responder por sus actos, teniendo en cuenta las amnistías que el gobierno ofreció a los grupos paramilitares en la reinserción, en donde se esperaba que la verdad de los sucesos, saldría a flote para acabar con los fantasmas y permitir que quienes se reinsertaran, volvieran a la vida civil como cualquier persona.
De lo contrario son las autoridades las que tendrían que revisar la zona, para aclarar si es o no cierto que existen fosas comunes en la región.