Ahora, con los resultados poco satisfactorios de Colombia en los Juegos Olímpicos, hay un aspecto que poco se analiza. Fue durante el gobierno de expresidente Juan Manuel Santos (2010-2018) que el país logró los mejores resultados en la historia de los Juegos Olímpicos.
El mayor triunfo se consiguió cuando el país estaba en tránsito de bajar los índices de violencia e inseguridad gracias a las negociaciones del proceso de paz con los exguerrilleros de las Farc.
Para ser más precisos, en Londres 2012 obtuvimos el puesto 38 en el ámbito mundial con 8 medallas: 1 de oro, 3 de plata y 4 de bronce. En los Juegos de Río de Janeiro 2016 ocupamos el puesto 23 en el contexto mundial con 8 medallas: 3 de oro, 2 de plata y 3 de bronce.
Por ende, existe una relación directa entre las disminuciones de los índices de violencia e inseguridad y el rendimiento de nuestros deportistas. Entonces, valdría la pena preguntarse cómo los índices bajos de violencia interfieren en el entrenamiento y los resultados de los jugadores.
Ahora, en el gobierno de presidente Iván Duque, con niveles crecientes de asesinatos, masacres, inseguridad y violencia, se observan de manera clara los efectos negativos en el rendimiento de nuestros deportistas. Un tema que amerita un análisis más profundo y más allá de las simples pasiones políticas.