Elizabeth Ungar es politóloga de la U los Andes y su tema grueso ha sido la relación de política y corrupción, área que profundizó como directora de la Fundación Transparencia por Colombia impulsando esfuerzos de lucha contra la corrupción centrados en la importancia de transformar las instituciones públicas. Desde la academia, pero también desde el debate público, está demostrando el peso de la financiación de las campañas políticas en el resultado electoral y en la manera de gobernar después; el pago de favores, los compromisos que se derivan de esto.
En esta conversación con Juan Manuel Ospina analiza la dinámica actual de cara las elecciones regionales del próximo 29 de octubre, donde la falta de control es una constante con efectos fatales frente a la democracia.
Juan Manuel Ospina: Me gustaría aprovechar tu conocimiento y experiencia en temas de corrupción en el financiamiento de las campañas políticas para analizar las elecciones presentes,
Elizabeth Ungar: La financiación de las campañas es una línea roja que atraviesa la política en todo el mundo; el cambio de votos por puesto, por contratos. Es todo un engranaje de actuaciones que se constituyen en uno de los mayores retos que tienen las elecciones colombianas, no es un problema nuevo, recordemos el Proceso 8.000 con acusaciones durante todas las campañas de ingresos del dinero narco. El escándalo de cómo se hace la política en el Caribe, de cómo los clanes son partícipes de este tipo de acciones, esta es una línea roja muy peligrosa porque contribuye a la desconfianza que tienen los ciudadanos con la política.
JMO: Este punto es central y es que la corrupción en la política se origina en los ámbitos empresariales, en los ámbitos del poder económico, esto es tan viejo como el hombre; el tema del poder ha estado amenazado por estas situaciones y esto lo hemos podido evitar si lo entendiéramos. Se me viene a la mente una frase de Turbay, “reducir la corrupción a sus justas proporciones”.
EU: O una frase muy caribeña “Roba, pero hace”.
JMO: En la Costa empezó a hacerse esto de una manera más desvergonzada.
EU: He dicho varias veces que la corrupción política es la madre de las corrupciones porque uno cree que la corrupción administrativa, el abuso de los dineros públicos, la prestación de servicios, el tema del PAE, los carteles de la Hemofilia. Todo está ligado a financiación de campañas, es el tema del poder. Pero hay que ser claros, no todos los políticos son corruptos.
JMO: Pero al poder lo rodea un ámbito de desconfianza
EU: Es que entre más dinero circula más posibilidades hay y esos personajes que manejan recursos quieren adquirir poder político.
JMO: Este tema puede acotar el tema de la corrupción y es el tema de cómo se financian las campañas. Muchas de las acciones de corrupción que se originan desde los políticos está para financiar las campañas. Uno haría una pregunta y es ¿No hay otra manera de financiar las campañas?
EU: Siempre ha habido una discusión sobre si la financiación debe ser 100% estatal; yo creo que no, mientras al interior del mismo Estado la transparencia no sea la más eficiente; si esto pasa con los dineros públicos de la salud y la vivienda, imagínese lo que pasará con las campañas. Todo eso debe estar enmarcado en una institucionalidad que tenga la capacidad de controlar efectivamente cómo funciona esa financiación.
El Consejo Nacional Electoral es un órgano elegido por el Congreso y la Registraduría, tampoco es independiente y Colombia tiene una normatividad que, si uno la revisa con cuidado, en teoría debería funcionar. Pero no pasa. Los partidos pueden recibir recursos de empresas internacionales pero las campañas no y se busca la manera de hacerle esguince a esto, como pasó con Odebrecht. Existe el reconocimiento de que así es pero que no puede seguir siendo igual porque nunca saldríamos de este círculo perverso de financiamientos ilícitos. Es que así se va adquiriendo poder político.
JMO: No es solo la plata que se embolsillen sino las decisiones que se tomen para generar recursos. Antes como candidato usted no recibía plata, eran campañas muy austeras, con un ingrediente adicional y es que en esa época existían partidos sólidos que ya no existen.
EU: Hoy en día hay 35 partidos políticos con personería jurídica, ¿quién los controla? No hay una sola entidad que se haya tomado el trabajo. La misión electoral en una de sus propuestas, no pidieron calcular cuánto cuesta una campaña política, nadie tiene una cifra. Hay que bancalizar todos los gastos.
JMO: Alguna vez me impactó en la legislación de campañas de financiamiento de campaña en Alemania se declara los dineros que las empresas aportan y aparecen en los presupuestos de quien aporta la plata y de la entidad que la recibe. Hay mucha hipocresía, todos sabemos que lo que se declara es una fracción de lo que se gastó.
EU: Hay otras acciones que se pueden tomar. Que el gobierno financie la publicidad y el transporte que son los rubros más costosos. Para todos. Si hay formas de controlar. Esto empobrecería las campañas. En la última reforma electoral hubo cosas importantes como que ahora los gerentes de las campañas son responsables. Entonces por eso muchos candidatos están temblando.
JMO: ¿Hay la voluntad de cambiar esto?
EU: No creo. No ha habido una reforma política importante. No se ha toca el tema del cabildeo; se han presentado 14 proyectos para reglamentar el cabildeo que no es prohibirlo sino volverlo transparente.
JMO: Es que hay que poner las cosas sobre la mesa.
EU: Si uno sabe que el presidente de una empresa está visitando al Presidente de la república o a un ministro y debería quedar registrado cuál es la razón. Falta sincerar y entender el daño que le causa al país esta situación.
JMO: El tema de la corrupción permea el acceso al poder.
EU: Para terminar, quiero hacer un comentario sobre la impunidad que hay con la corrupción política, fue necesario que la justicia norteamericana se moviera para que reaccionáramos. Son muy pocos los políticos que han sido condenados y que hayan pagado condenas equivalentes al daño social y el daño político que se genera en esta sociedad. Es que a más plata hay más posibilidades de ser elegido. Es una verdad de perogrullo.
Aquí la conversación:
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