El próximo 12 de diciembre, según el cronograma acordado en la comisión de concertación de políticas laborales y salariales, los empresarios y trabajadores destaparán su cartas en relación con las propuestas de cada uno, para el incremento del salario mínimo que regirá a partir del 1° de enero del año 2025.
Se desarrolla ésta concertación en medio de agudos y enconados debates políticos dentro y fuera del Congreso por las reformas sociales, determinando que 2 de los 4 partidos de gobierno, Conservadores y de la U, se hayan declarado independientes y los otros dos, Verdes y Liberales, han anunciado que sus direcciones en el inicio del próximo año, definirán si hacen lo mismo. En ese mismo sentido han venido expresándose los gremios empresariales, señalando la inconveniencia para el país (sic) de en especial la reforma laboral, diciendo que solo generará desempleo y más informalidad.
Adicionalmente, se ha visto un decrecimiento económico grave, con un resultado negativo en el PIB de 0,3 en el tercer trimestre del año, con lo cual se han agudizado las críticas y observaciones al gobierno del presidente Gustavo Petro, de parte de toda la oposición, incluida la de los empresarios, incriminándolo como el responsable de dicho descenso, lavándole la cara al Banco de la República, que con sus altísimas tasas de interés han congelado la economía al generar una drástica reducción del consumo, y por lo tanto, del PIB.
El presidente de Fenalco, Federación Nacional de Comerciantes, Jaime Alberto Cabal, no ha dejado de repetir, una y otra vez, más con pasión que con razón, que un incremento más del 12 % en el salario mínimo y la posible aprobación de la reforma laboral, generaría más desempleo e informalidad.
Esta es una consideración que comparten los gremios empresariales.
Mejorando los ingresos de los trabajadores con un buen incremento en el salario mínimo y con la reforma laboral que les devuelva los recargos nocturnos, dominicales y festivos, se reactiva el consumo y se reanima la economía
Los trabajadores representados en el Comando Nacional Unitario -CNU- frente a estas situaciones, por el contrario, ven que el tema del decrecimiento económico, mas no recesión, es por el contrario una oportunidad para, mejorando los ingresos de los trabajadores con un buen incremento en el salario mínimo y con la reforma laboral que les devuelva los recargos nocturnos y los dominicales y festivos, reactivar el consumo y por tal reanimar la economía y el crecimiento del PIB.
Son dos visiones y dos intereses contrapuestos, que no por serlos, se considere entonces que no puedan llegar a acuerdos y posibles concertaciones.
Han concertado como sucedió el año pasado, cuando se llegó al acuerdo de un buen incremento del salario mínimo en un 16 %, 2,88 % más que la inflación causada en el 2022 y que muy a pesar de que muchos salieran a decir, que eso dispararía de nuevo la inflación y reduciría el empleo, hoy se sabe que no pasó ni lo uno ni lo otro, lo cual desmiente parte de los postulados ortodoxos neoliberales.
Existe hoy la situación nueva de lo que representa una discusión del incremento del salario mínimo en medio de un gobierno popular como el que preside el presidente Gustavo Petro, en medio de un decrecimiento económico y una muy fuerte oposición, como se ha manifestado.
Dicha oposición tiene adicionalmente un fuerte sector de extrema derecha que desde los llamados a la guerra, se opone a la paz total y propone defenestrar al presidente Gustavo Petro.
La mayoría de la población que logró elegir al actual gobierno, lo hizo dado que fue quien mejor interpretó el estallido social y la necesidad de atender sus reclamos y exigencias.
Todas ellas quedaron recogidas en el Plan Nacional de Desarrollo -PND- y por tal tienen mandato de ley.
Allí está la Paz Total y la justicia social y ambiental, como una forma de cambiar esa agenda del país reclamada en paros y cortes de vías.
De esta manera, la discusión del salario mínimo, al igual que el año anterior, pero en un clima más tenso, nos pone de cara a realizar un gran esfuerzo frente al país y a los trabajadores y empresarios, para buscar un acuerdo sobre un buen incremento en el salario mínimo y la reducción de las tasa de interés, que mande excelentes mensajes al país, uno de carácter económico, al dar cuenta de acciones encaminadas a reactivar el consumo de los hogares y otro de carácter político, que es ver que desde esquinas distintas podemos converger y encontrar nuevos caminos que desde la paz social y laboral se muestre a otros en condiciones de guerra de revisar su actual actuar y entonces mirar hacia la paz total.
Éste es el camino. Quienes crean que solo se puede concertar desde y para sus ya largos y abigarrados privilegios, que consagran mayores desigualdades y por tal escalados conflictos que ya sabemos que terminan en repetidos estallidos sociales, es renunciar a las lecciones aprendidas.
Posdata: El 10 de diciembre se conmemora el Día Mundial de los Derechos Humanos. Un día para reflexionar sobre nuestra eterna violencia.
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