La noche en la que fue elegido José Mujica como presidente del Uruguay, en su discurso, lo primero que hizo fue exaltar la grandeza de sus competidores inmediatos (Lacalle Pou y Larrañaga); les decía a viva voz que no habría llegado tan lejos sino hubiese tenido críticos tan incisivos; que lo único que le pudo enseñar el verdadero valor de la victoria era el haber transitado por el camino de mil derrotas. Remataba diciendo que se sentía muy pequeño frente al público, que subido en las tarimas debía estar era el pueblo y abajo los políticos aplaudiendo.
Cuanta grandeza demuestran esos que asumen las victorias con humildad y las derrotas con dignidad. Aquellos que perdieron en sus propósitos políticos hoy deben estar decepcionados, pero no se deben amilanar, solo les dieron ventaja a otros que se decepcionarán más adelante; pues la política es un estado de inconformidad eterna.
Saramago decía que las derrotas tienen algo positivo y es que jamás son infinitas, a diferencia de las victorias que siempre tienen algo negativo y es que nunca son definitivas. Quienes triunfaron disfruten un rato, y aquellos que perdieron, aprendan de ese hermoso y aleccionador mensaje que solo puede enseñar la derrota. Felicitaciones a tod@s.
A los perdedores de las elecciones: ¡sean buenos perdedores!
La noche en la que fue elegido José Mujica como presidente del Uruguay, en su discurso, lo primero que hizo fue exaltar la grandeza de sus competidores inmediatos
Este es un espacio de expresión libre e independiente que refleja exclusivamente los puntos de vista de los autores y no compromete el pensamiento ni la opinión de Las2orillas.