La junta directiva de Comfamiliar Risaralda forzó la salida del actual director Luis Fernando Acosta, quien llevaba solo seis meses en el cargo al que se había comprometido actuar con independencia y criterio técnico. Fue explícito en aclarar que por ningún motivo sostendría el nombramiento del subdirector Jhon Diego Molina ya que este sería el caballo de Troya para que la clase política en contubernio con una parte del empresariado pereirano, en cabeza de la Cámara de Comercio se tomaría la caja de compensación de los risaraldenses. La decisión le salió cara.
La junta directiva nombró a Fabio Alberto Salazar, actual gerente de Atessa de Occidente, cuyo mayor accionista es el zar de la contratación pública en Colombia, William Vélez. Es de público conocimiento en la región que Salazar tiene vínculos con el círculo cercano del senador Juan Pablo Gallo y el alcalde de Pereira, Carlos Maya, cercanos al expresidente liberal César Gaviria.
Esta decisión tien en alerta a los pereiranos, preocupados por el fin que está teniendo la Casa de Compensación cuya razón de existencia es la de prestar un beneficio social y no responder a intereses de particulares.