Hace cuatro años, cuando Hilary Clinton y Donald Trump se enfrentaban por la presidencia me quedé muy asombrado al ver que los dos en ese momento tenían 69 años y 70 años, ya que en Colombia estas edades son consideradas de inutilidad y jubilación.
A pocas horas de que Estados Unidos elija nuevamente presidente, se repite casi que el mismo panorama del párrafo anterior, solo que esta vez sus contrincantes son un poco más viejos que hace cuatro años: hoy Trump tiene 74 años y Joe Biden tiene 77 años.
No he visto a políticos de cada bando contrario quejarse de la edad de ellos dos, o periodistas de ese país cuestionar su capacidad de gestión y manejo desde la casa blanca por su longevidad, porque algo está claro, a ellos les interesa la experiencia que cada uno de estos dos pueda tener y los aportes desde su capacidad, intelectual, emocional puedan hacer desde la Casa Blanca.
Cosa muy distinta, a lo que sucedió en Colombia hace dos años y medio, cuando pseudoperiodistas con sus mentiras y engaños, sentados desde escritorios de canales de televisión y radio, entrevistaban a un candidato presidencial joven, haciéndole creer a los votantes que este llegaba con ideas renovadas, actuales, modernas e innovadoras. Y pues no, no era más que un tipo de apariencia joven, pero con ideas pasadas de modas, arcaicas y prehistóricas; un tipo que se quedó en el pasado y no evolucionó, menos con ese personaje terrorífico que tiene detrás.
Ojalá Colombia aprendamos a elegir a nuestros mandatarios no por sus edades o apariencia, no porque se vean bonitos y tengan una propaganda espectacular y deslumbrante, sino por sus ideas, propuestas, soluciones, futuro, presente, por las cosas buenas y malas que han hecho en la vida pública y no influenciados por periodistas pagados y con un contraste claro de parcialidad en sus noticias en sus notas. Ojalá Colombia aprenda eso: que lo importante está en la ideas del personaje, sin importar la edad, su apariencia, color de piel u origen étnico.
Por cierto, estaba emocionado por escribir esta opinión hace días, sin embargo, me detuve porque horas antes de hacerlo la única persona en reírse y criticar la edad del otro fue Trump a Biden en un acto público. Al magnate se le olvidó que el exvicepresidente es solo mayor que él 3 años, pero bueno, ya sabemos cómo es Trump, moralmente hablando no aporta demasiado.