El periodista Ricardo Abdahllah ahora es corresponsal de Al Jazeera y tiene la nariz tapada: ha llegado la primavera, lo más esperado por los franceses después del prolongado invierno, pero no la podrán disfrutar. Mirarán el sol desde la ventana desde sus minúsculos apartamentos en los que a muy pocos les entra. Por eso la gente vive en la calle en París, en cafés y parques, en los andenes del Sena, y ese es su encanto.
Todo eso es por el momento es una ilusión porque provisionalmente deberán permanecer en sus minúsculos espacios un mes más, hasta el 12 de mayo, tal como lo anunció el Presidente Emmanuel Macron, para intentar detener la cadena de contagios del coronavirus que le ha quitado la vida a más de 15.500 franceses. Ricardo Abdahllah conversó con Ivan Gallo desde su encierro parisino.
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