Un agudo pulso político viene desarrollándose en este momento de nuestra ya larga, acalorada y polarizante situación que se inició con la elección de Gustavo Petro como el nuevo presidente de los colombianos.
Se caracteriza, de una parte, por la decisión valiente y comprometida del gobierno del cambio de presentar y tramitar en esta segunda legislatura, trascendentales reformas sociales, como las de salud, pensiones, educación y laboral, que tienen como sello orientador, la recuperación de derechos que avancen en mejorar la vida material de la mayoría de los colombianos.
Y de otra parte, se muestran las fuerzas de la extrema derecha y de los partidos tradicionales, que atendiendo los intereses del gran empresariado, están empecinados en hacer todos los esfuerzos para detener el trámite de las mencionadas reformas, en la perspectiva de hundirlas, defendiendo a ultranza los privilegios de las privilegiadas élites colombianas.
Esta polémica tiene dos escenarios en donde se definirá el resultado de este enconado pulso político.
Uno es el congreso de la república, que cubrirá todo este segundo semestre hasta el 16 de diciembre, que será la fecha límite para conocer el destino de las reformas sociales.
Y el otro, que terminará siendo determinante, es el resultado de las elecciones territoriales.
En el ambiente se sabe, que uno y otro escenario están íntimamente interrelacionados.
El presidente Gustavo Petro ha llamado a realizar, en este contexto, un acuerdo nacional que, dada la correlación de fuerzas en el congreso, permita avanzar en las reformas sociales y en los gobiernos territoriales. Este acuerdo aún no ha podido configurarse y su desarrollo es lento.
¿Cómo desenredar este entramado, que le permita avanzar a las fuerzas del cambio en las reformas y en los gobiernos territoriales?
En la lucha política y social, las organizaciones que promueven las transformaciones y el cambio, han utilizado la movilización social y popular en las calles, como una herramienta política indispensable para dirimir las controversias y definir la suerte de los asuntos en comento.
Así sucedió en el estallido social, que gracias a su fuerza en las calles, obligó al gobierno de Iván Duque, a retirar la más regresiva reforma tributaria presentada en la historia del país y se archivó en el congreso la privatizadora ley de la salud de Cambio Radical y de Germán Vargas Lleras.
De otra parte, se muestran las fuerzas de la extrema derecha y de los partidos tradicionales, que atendiendo los intereses del gran empresariado, están empecinados en hacer todos los esfuerzos para detener el trámite de las mencionadas reformas, en la perspectiva de hundirlas, defendiendo a ultranza los privilegios de las privilegiadas élites colombianas.
Pues acudiendo a esa experiencia de la fuerza popular en la calle, el movimiento sindical, social y popular, representado nacional y regionalmente en el Comando Nacional Unitario, integrado por las centrales obreras, CUT, CGT y CTC y las confederaciones de pensionados y la Coordinadora Nacional por el Cambio, integrado por la mayoría de las organizaciones sociales de lo que fue el Comité Nacional de Paro, de campesinos, indígenas, afros, mujeres, jóvenes, diversidades sexuales, ha organizado de manera coordinada, el carnaval por la vida para el próximo 27 de septiembre a lo largo y ancho del país.
Esta movilización obrero-popular, masiva y pacífica, viene siendo también impulsada por el gobierno del cambio, quien a través de su presidente ha expresado que sin movilización popular no hay reformas sociales.
Y en desarrollo de ello, el presidente Gustavo Petro ha anunciado su participación en dicha movilización y al lado de las intervenciones de los dirigentes sindicales y sociales, dirigirá también sus palabras desde la Plaza de Bolívar de Bogotá hacia el medio día de ese día.
Será una colorida y diversa expresión popular, por la vida, la paz, las reformas sociales y el respaldo popular al gobierno del cambio.
En las calles y plazas de Colombia nos vemos.
Posdata: En Bogotá la movilización central sale del Parque Nacional a las 9 am hacia la Plaza de Bolívar.
