El 13 de marzo de 2022 se definirá el futuro próximo de Colombia. Será tan importante la elección de los candidatos de las coaliciones que competirán por la Presidencia de la República, como la elección de Senado y Cámara de Representantes. Faltan exactamente 45 días para que los colombianos acudamos, ojalá masivamente, a las urnas. Y no se ve ni se escucha por parte del gobierno, ni de los partidos políticos, ni de organizaciones ciudadanas, o de los medios de comunicación, ninguna campaña de pedagogía electoral.
Me pregunto cuánta gente inscribió su cédula antes del 13 de enero y esta habilitada para votar. ¿Sera que los colombianos saben lo que es una lista abierta o una lista cerrada? ¿será que saben cuáles partidos o movimientos inscribieron listas abiertas? ¿será que los colombianos saben que además de votar por Senado y Cámara podrán solicitar el tarjetón de la coalición que desean respaldar y entre los integrantes de esa coalición podrán votar por el candidato de sus preferencias? ¿será que tienen claro que solamente pueden votar por una sola coalición?
Tal vez ninguna elección ha sido tan importante para la historia política y económica de nuestro país que las que se avecinan. Los colombianos somos los responsables de no ser capaces de renovar el Congreso de la República. Es hora de asumir lo que nos corresponde y dejar de quejarnos y de tildar a esa corporación como un nido de bandidos si no nos preocupamos por elegir bien y propiciar su renovación. Tenemos la oportunidad de lograr ese cambio. Gente valiosa como Humberto de la Calle que encabeza la lista de la Coalición Centro Esperanza para Senado son una verdadera luz en el camino. Hombres y mujeres probos que quieren trabajar por el bien de Colombia están en la contienda buscando el respaldo de los electores.
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Creo que las mejores opciones se encuentran entre quienes conforman la Coalición Centro Esperanza
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Es necesario tomarse el tiempo para analizar por quien votar de acuerdo con el país en el que queremos vivir y evitar caer por el despeñadero gracias a los malos gobiernos. No acudamos a las urnas por el miedo de que gane éste o aquel. Votemos de acuerdo con nuestra intima convicción. Y entendamos que la buena política es necesaria para mantener la democracia y el estado de derecho.
Elijamos a quienes quieran defender la implementación inmediata del Acuerdo de Paz; a quienes tengan un compromiso con la equidad y con la educación; a quienes pretendan hacer de Colombia un país mas justo con oportunidades para todos.
Necesitamos hombres y mujeres que luchen de frente contra la corrupción. Que se enfrenten a los desmanes que presenciamos a diario como haberle devuelto los 90 mil millones de parafiscales a Fedegan cuando su director ha sido cuestionado por todos los organismos de control.
Colombia necesita un proyecto de largo plazo. Más allá de quien sea la persona que llegue al Palacio de Nariño, es necesario continuar con unos propósitos que superen los cuatro años que dura un periodo presidencial. Por eso creo que las mejores opciones se encuentran entre quienes conforman la Coalición Centro Esperanza. Las elecciones están a la vuelta de la esquina. Es nuestra obligación prepararnos para votar bien.