"Hemos reconocido nuestros errores, nuestras responsabilidades, nuestras culpas y nuestra convicción por replantear muchos asuntos al interior de nuestra barra.
Estamos convencidos de nuestra obligación por hacer todo lo necesario para erradicar a los vándalos del fútbol, pero en ésta ocasión queremos manifestar nuestra total preocupación, indignación y rechazo por lo que termina ocurriendo cuando hemos decidido históricamente excluir de nuestra barra a vándalos violentos y ladrones que fueron totalmente identificados por nosotros mismos.
El viernes pasado, en el Aeropuerto el Dorado de Bogotá, un grupo autodenominado ¨Antipaisas¨ (También autoenominados nación verdolaga) --que fue excluido de LOS DEL SUR hace casi 10 años por consumo de pegante, robos a nuestros mismos integrantes de Bogotá y el resto del país y por delincuencia organizada en general-- agredió a 10 de nuestros compañeros de la barra ya que el triplicarlos en número decidieron a pocos metros de la salida del avión que conducía ambos grupos desde Lima, golpearlos y apuñalarlos, siendo identificados y detenidos 3 de ellos, de sus mismos ¨líderes¨ y miembros más reconocidos. En este mismo grupo de agresores se encontraban ¨líderes¨ reconocidos del grupo de supuestos hinchas de Nacional denominados ¨La Más Fiel¨ que bajo el nombre de ¨Los Rebeldes¨ también fueron excluidos de nuestra organización por su eterna negativa a participar de nuestros proyectos sociales y culturales y sostener tener como ideología la violencia indiscriminada a las barras rivales, la polícia y todo quien para ellos representara ser un contradictor de sus caprichos de violencia e intimidación, fruto de lo cual asesinaron vilmente a nuestro mismo compañero Jonathan Hernandez en el año 2012, momento en el cual debieron irse de la barra por asesinato y muchos otros delitos que ahora niegan, con el descaro de intentar replicar como fachada un proyecto y un discurso de convivencia que siempre rechazaron pero que ahora quieren fingir por conveniencia.
Actualmente ambos grupos confirmaron una alianza estratégica para enfrentarnos en diferentes escenarios, intención, que al fracasar, se redujo a la decisión de incitar, provocar y agredir a pequeños grupos nuestros como se ha evidenciado en sus redes sociales, en el clásico pasado y ayer en el aeropuerto de Bogotá, en lo que claramente se demuestra su intención de desestabilizar el proceso de convivencia que se ha consolidado en nuestra hinchada. Para su desgracia, con estos actos confirman el rechazo generalizado que hay contra ellos.
Como prueba de nuestra representatividad, en el acto legítimo y en cumplimiento de la solicitud de la sociedad en general de expulsar a esos personajes indeseables, ni la Alcaldía de Medellín (salvo algunos funcionarios que pensamos fueron engañados en su buena fe y quisieron escucharlos y apoyarlos) ni el Club Atlético Nacional, ni los medios de comunicación, hicieron eco del nacimiento ni establecimiento de estos grupos, comprendiendo perfectamente la peligrosidad de incluirlos y reconocerlos y es por esta razón que ninguno de los dos ha podido establecerse como otra barra del Club debido a las medidas tomadas por algunas alcaldías (no todas) de muchas ciudades del país y de Atlético Nacional.
Sin embargo, y ante la exclusión generalizada de estos grupos, vemos con preocupación que no se tomen las medidas para contener sus actividades vandálicas. Ante los sucesos lamentables ocurridos en Lima y en los cuales ya tenemos absoluta claridad acerca de los responsables (Algunos de ellos del grupo de ¨Antipaisas¨ como lo demuestra el informe de la embajada de Colombia en Perú) todos nos exigen excluir, expulsar e individualizar, pero en el momento de actuar en esta lógica de la sociedad en general, estos delincuentes se han agremiado entre ellos para continuar con sus intenciones de agresión, pero esta vez logrando establecer una confederación de vándalos, todos con prontuario delincuencial y antecedentes penales que actúa todavía con la permisividad de algunas entidades estatales a nivel nacional, algunos medios de comunicación o incluso la policía.
Ante el anterior panorama ¿qué podemos hacer? Nos piden que excluyamos a los violentos, pero al hacerlo, ellos no solo se reorganizan y agremian, sino que hacen alianzas en contra de nosotros como barra oficial e inclusive en contra del Club (Hace un par de años, amenazaron al gerente deportivo, suplantaron telefónicamente al oficial de seguridad de Atlético Nacional para lograr autorización para entrar a Armenia donde finalmente Nacional termina sancionado, también hace un par de meses, líderes de los Antipaisas se aliaron con líderes de la barra de un equipo colombiano para emboscar a un líder nuestro luego del comité de seguridad local donde este asistió de buena fe, en ese mismo partido fueron excluidos del estadio y el informe oficial de la Policía determinó el mal comportamiento de este grupo de hinchas; casualidad o premeditación?) La respuesta es compleja, pero a la misma vez es tan simple como que las autoridades competentes hagan valer el peso de la institucionalidad y contengan el crecimiento de estos delincuentes que quieren insistir en su intención esteril de ser reconocidos por nuestro equipo y la actual alcaldía.
Esta problemática de las disidencias solo le ha traído problemas al país. Algunos grupos de violentos expulsados de sus barras piden los mismos derechos de quienes durante casi 20 años hemos logrado cosas muy trascendentales e internacionalmente reconocidas en convivencia, credibilidad y legitimidad de cada alcaldía y de cada uno de los presidentes que han pasado por el club desde el momento de la exclusión de estos personajes.
Reiteramos por enésima vez nuestro compromiso, nuestra preocupación por el fútbol y la convivencia, nuestra constante búsqueda por excluir estas personas violentos, pero a la misma vez manifestamos nuestra preocupación por la manera como el ejercicio de la expulsión ha creado un grave problema, que en el caso de ayer deja por el piso nuevamente el nombre de toda nuestra hinchada, por el irresponsable actuar de 60 vándalos que decidieron agredir al bajarse de un avión a 10 de nuestros integrantes y por la permisividad de muchas de las instituciones que no han rechazado de una manera contundente a estos indeseables".