Después de publicar los documentos que terminaron de hundir la candidatura de Hillary Clinton a la presidencia de Estados Unidos, después de indulto de Obama a su fuente Chelsea Manning, después de más de cuatro años de encierro en la embajada de Ecuador en Londres y de que Gran Bretaña sea acusado de detención ilegal por retenerlo ahí, a un mes de las elecciones en Ecuador que serán clave para su futuro, Julian Assange, director de WikiLeaks, accede a hablar de todos estos temas.
–¿Qué piensa de Trump?
–Es un populista de derecha, una clase de político con amplios antecedentes en la historia de América Latina. Lo que es inusual es que la red de influencia de Clinton creció y se expandió tanto durante la presidencia de Barack Obama, que los demócratas se han convertido en el partido del establishment en Estados Unidos (..) Ahora que los Republicanos están en el gobierno todo puede cambiar, pero en este momento hay un contraste muy grande entre el gobierno que se fue y el que llegó. Los halcones neoconservadores como Paul Wolfowitz, Robert Kagan, y William Kristol terminaron apoyando a Hillary Clinton. Eso te dice algo de Hillary Clinton, de Trump y de los neoconservadores.
–¿Cómo concilia a ese justiciero librepensador que usted describe con el racista, misógino y xenófobo que conoció la opinión pública?
–Trump es un billonario que ha sido parte de la elite de Nueva York y sus viejos amigos incluyen a los Clinton. Pero no forma parte de la red de poder en Washington. El Partido Republicano no apoyó su candidatura. El hecho de que sea un misógino y un racista lo hemos visto todos. El ha exhibido esa conducta. Cuánto de eso fue sincero y cuánto fue para congraciarse con la base blanca republicana, no lo sé. Clinton intentó usar la carta de las políticas de identidad en la campaña. Dijo con mucha fuerza que ella era la candidata de los negros, las mujeres y los latinos; quienes no pertenecían a esas minorías, (los blanco norteamericanos, que son mayoría) empezaron a sentirse excluidos, ¿entonces quién es el candidato de mi grupo? Y así se fueron acercando Trump.
–Usted dijo que no hubo contacto con Trump antes de publicar las filtraciones de los emails de Hillary Clinton. ¿No le hubiera convenido negociar con él antes de publicar la información, cuando usted tenía mayor poder de fuego?
–En lo personal seguramente me hubiera favorecido, pero no. Era importante no tener contacto.
–¿Por qué?
–Para prevenir las críticas que pudieran señalar la publicación como políticamente contaminada. No lo publicamos para favorecer a Trump. Lo publicamos por nuestras propias razones. Mirelo desde perspectiva de WikiLeaks. Si nosotros tenemos acceso a información importante para entender cómo funciona la red Clinton en Washington y dentro del partido Demócrata es porque le hemos asegurado a nuestras fuentes que vamos publicar esa información de la manera más apropiada y en el contexto en que pueda tener el mayor impacto.
Nosotros, como la gran mayoría de los analistas, pensamos que iba a ganar Clinton y que por lo tanto estábamos enfureciendo a la futura presidenta de Estados Unidos. Pensamos que en su presidencia mi situación se tornaría muy difícil y que continuaría el proceso contra mí del gran jurado que me investiga en Estados Unidos. Pensamos que nos estábamos sacrificando. Yo no crei que el establishment iba a dejar que Trump ganara. Trump tenía a todos los sectores del establishment en su contra excepto los productores de carbón. Tenía al sector financiero, a los medios, a los políticos, a Silicon Valley en su contra.¿Por qué perdieron? Porque leyeron las encuestas y pensaron que no podían perder.
–¿Cómo es la relación entre Trump y la CIA?
–La CIA peleó para que Trump no llegase a la Presidencia. En las últimas dos semanas de su gobierno Obama firmó una serie de decretos para incrementar el poder de las agencias de inteligencia. Por ejemplo le dio a 16 agencias de inteligencia acceso a los miles de millones de correos electrónicos, mensajes de texto y llamadas telefónicas interceptadas a diario por la Agencia de Seguridad Nacional. La agencia que realmente quería acceso a ese océano de información es la CIA.
También sacó a los servicios de inteligencia de la Ley de empleo público para mejorarles los ingresos y condiciones la laborales. En sus semanas finales el gobierno de Obama buscó acercarse a la comunidad de inteligencia o pagar una deuda. La CIA se había opuesto a Trump. ¿Por qué? La razón principal es el programa en Siria, cuyos directivos habían sido nombrados por Barack Obama. Es el proyecto numero uno de la agencia desde el 2010 en términos presupuestales con un valor cercano al billón de dólares anuales y Trump proponía no continuar el programa.
Además, muchos agentes de la CIA mantienen el espíritu anti-ruso de la Guerra Fría. Así que la CIA tiene mucho incentivo para arrinconar a Trump y obligarlo a seguir con la operación siria y a tomar distancia de los rusos. En esto último ya se ve un resultado: Trump claramente ya está usando un tono más distante para hablar de Rusia.
–¿Y el FBI cómo se lleva con Trump? ¿No había ayudado a Trump en la elección?
–No. Es equivocado pensar que Comey (James, jefe del FBI) reabrió una investigación contra Hillary Clinton diez días antes de la elección como una forma de lanzar un terrible ataque en contra de su candidatura. (…)
–¿Qué rol cumplió WikiLeaks en el triunfo de Trump?
Yo prefiero preguntar qué rol tuvo WikiLeaks en tirar abajo a Hillary Clinton y su red de Washington D.C. WikiLeaks se especializa en publicar documentos difíciles de conseguir, de gobiernos y grandes corporaciones. Eso incluye los emails de Hillary Clinton. A medida que los fuimos obteniendo los fuimos publicando, indexando y agregando según el año a los distintos documentos relacionados con Hillary Clinton que teníamos en nuestra colección. Así la gente percibió que queríamos más información y que la publicaríamos, después de chequearla y asegurarnos que sea verídica. Lo hicimos con varios documentos. El primero de impacto fueron 20 mil emails que mostraban cómo el Comité nacional demócrata había manipulado la elección primaria para asegurarse que Hillary Clinton ganara. A partir de esa publicación los cinco principales líderes del DNC renunciaron, incluyendo la presidenta Debbie Wasserman Schultz.
–Y a más largo plazo, ¿cuál fue el impacto? Usted menciona de la destrucción de la red de los Clinton.
–Una red muy intricada. La destrucción o la marginalización de la red de los Clinton en Washington se puede ver en la fuerte caída de grandes donaciones a la fundación Clinton y en el cierre de la Iniciativa Global Clinton. Era una red de tráfico de influencias en la que Hillary Clinton era la que traficaba mientras Bill Clinton gobernaba en la Casa Blanca. Cuando se termina la Presidencia de Bill Clinton el principal actractivo que mantiene a la red funcionando es la idea de que Hillary llegaría a la Casa Blanca.
–¿WikiLeaks va a publicar documentos sobre el gobierno de Trump?
–Ni siquiera entiendo que alguien pueda preguntárselo. Nosotros publicamos muchísimos documentos del gobierno republicano de George W. Bush y lo seguiremos haciendo con el gobierno de Trump.
–¿Y del gobierno de Putin?
–Nosotros publicamos más de 600 mil documentos de Rusia y más del 90 por ciento de esos documentos eran críticos del gobierno de Putin También publicamos más de dos millones de documentos de Siria, el aliado clave de Rusia, incluyendo los correos electrónicos de Bashir Al Assad, cuando yo ya estaba en esta embajada.
–Nada de lo que hace wikileaks es geopolíticamente neutral. Al publicar los mails de Hillary Clinton ustedes trabajaron a la par de Rusia para favorecer a Trump. ¿No siente que se cruzó un límite?
–Para nada. Como dije, nuestra fuente no es Rusia.
–¿Entonces le da lo mismo hacer un gol para los rusos o los chinos o los estadounidenses?
–WikiLeaks se especializa en publicar documentos secretos de las grandes potencias y de las corporaciones más poderososas. Quiere decir que siempre estamos bajo fuego de los más poderosos cañones de propaganda. Entonces WikiLeaks siempre va a ser el chico malo. El día que dejemos de ser los chicos malos será porque no estamos haciendo nuestro trabajo.
–¿Qué opina del indulto a Chelsea Manning?
–Ante todo es un gran triunfo para Chelsea Manning pero también es un gran triunfo estratégico para Wikileaks. Para Chelsea Manning significa su libertad. En lo estratégico, Chelsea había sido usada como un ejemplo para desalentar a otros arrepentidos a que se conviertan en nuestras fuentes. La sometieron a un tratamiento cruel e inhumano de acuerdo con las Naciones Unidos (dictamen de la Relatoría Especial sobre Tortura de la ONU, entonces a cargo del argentino Juan Mendez) y sentenciada 35 años de cárcel, una sentencia extrema dado que se la había condenado por pasarle a la prensa, no a una potencia extranjera, documentos secretos del gobierno estadounidense. Fue una sentencia sin precedentes.
Aún una condena de siete años (el tiempo que Manning pasó en la cárcel) por pasar información secreta a la prensa no tiene precedentes en Estados Unidos. Es una sentencia diseñada para que los empleados del gobierno de Estados Unidos tengan miedo de filtrar información sobre los abusos de las fuerzas armadas de Estados Unidos. La clemencia de Obama significa que ahora se percibe que filtrar a WikiLeaks ya no cuesta 35 años de cárcel, sino a lo sumo siete. Es una victoria para la prensa como institución. También es una victoria para el caso que me abrieron en Estados Unidos, donde Manning y yo figuramos como presuntos coconspiradores, ya que complica políticamente la acusación del fiscal.
¿Y por qué lo hizo Barack Obama? Es un político. Es uno de los presidentes que menos perdones ha otorgado en la historia. ¿Perdonó a John Kiriakou, el ex agente de la CIA que denunció el programa de torturas de la agencia? ¿Perdonó a Thomas Drake, el ex ejecutivo de la Agencia de Seguridad Nacional, que había denunciado el primer programa de vigilancia masiva? No. Y eso que ambos habían seguido el proceso: primero hicieron la denuncia internamente y cuando fueron ignorados recién entonces acudieron a la prensa. ¿Perdonaron a Edward Snowden? ¿Me perdonaron a mí? Tampoco. Obama tenía que darle algo a su base demócrata, al ala izquierda del partido que venía haciendo campaña con este tema.
–No prometió que se iba entregar a Estados Unidos si indultaban a Manning? Lo va a hacer?
–Si, si me respetan mis derechos, pero eso no funciona así. Yo quiero continuar el dialogo con el Departamento de Justicia (…) Cuando asuma Jeff Sessions seguiremos esa negociación. Nosotros creemos que deberían cerrar el caso en contra de WikiLeaks, que atenta contra la libertad de la prensa. Tal como se viene preparando, el juicio contra WikiLeaks seria en Alexandria, Virgina, donde está la mayor concentración de contratistas de la CIA en todo el país y estos conformarian el jurado. Todavía hay cosas para hablar y la pelota está en su cancha.
–¿Como está su gato?
–Acá está, en el otro cuarto. Llegó recién nacido hace un año y ya es un gato adulto.
–¿Cómo le ha afectado a su vida este encierro?
–Tuvo un impacto bastante fuerte. Trajo vida animal a la embajada. Una de las cosas que más extraño es tener algún tipo de contacto con un animal. Cuando llegan vegetales a la embajada de tipo lechuga muy de vez en cuando había un bicihito en la hoja y yo me exitaba mucho al verlo. El gato se ha convertido en una superestrella. Es uno de los gatos más famosos del mundo. Se asoma a la ventana y los paparazzi le sacan fotos. Pensamos que sería una buena incorporación para la Embajada y que a las mujeres que trabajan acá les gustaría tener un gatito, pero terminaron queriéndolo demasiado y se armó una especie de competición para cuidarlo.
–No puedo dejar de preguntarle por la decisión de Ecuador de interrumpir su acceso a internet durante el último mes de la campaña presidencial estadounidense.
–Habia presiones muy grandes sobre mí. Pero WikiLeaks no será presionado. Nos aseguramos de que seguiríamos operando. No dejamos de publicar un solo día y publicando aún cuando yo tenía el acceso cortado. A lo sumo nos demoramos unas pocas horas. Estábamos preparados. Teníamos buenas fuentes en el gobierno estadounidense, sabíamos que Ecuador estaba siendo presionado. Ecuador y Estados Unidos por su parte niegan que hubiera presión. Pero por lo que me dicen mis fuentes el gobierno Demócrata estaba muy preocupado por nuestras publicaciones, e intentó influir a Ecuador, influyendo a través del secretario de Estado, John Kerry.
Ecuador ha sido muy valiente en defenderme y darme asilo y ha resistido con mucha fuerza las presiones de Estados Unidos y Gran Bretaña durante estos cuatro años y le estoy agradecido por eso. Pero a pocas semanas de las elecciones en su propio país, el gobierno no quería que se le acusara falsamente de intervenir en la elección estadounidense; digo que es una acusación falsa porque nosotros no publicamos desde la embajada sino desde Francia y Alemania. Ecuador ya tiene experiencia en operaciones de la CIA. Entonces hizo este gesto de tomar distancia de nuestra publicación. El hecho de estar refugiado en jurisdicción ecuatoriana obviamente no significa que Ecuador sea responsable por lo que publica WikiLeaks; de igual forma que no es responsable el pais de mi nacionalidad, Australia. Aunque no estoy de acuerdo con la manera en la que se hizo, es algo entendible.
–¿Como una orden y no como parte de un diálogo?
–Hubiera sido mejor trabajar el problema hasta encontrarle la mejor solución.
–Siendo que lo principal que lo separa de un preso común es su acceso ilimitado a internet , me imagino que perder ese privilegio debe haber sido muy duro.
–También. Pero de alguna manera, en un ambiente que no ha cambiado en más de cuatro años, de repente hubo un cambio. Ese cambio supuso el desafío de coordinar a mi equipo bajo esas circunstancias. A me gusta un buen desafio. Entonces hubo un cambio y un desafio, con lo cual fue duro pero distinto.
–¿Qué hacía? ¿Leía libros?
–Nooo. Tenía mucho trabajo. Tenía que implementar un sistema de comunicación alternativo.
–¿Entonces tenía muchas reuniones? ¿Mucho contacto cara a cara?
–Muchos courriers, muchas palomas mensajeras .
–Una buena pelea.
–Fue un momento muy tenso. Salió una editorial en un diario inglés pidiéndole a Ecuador que me entregara, sumada a la misma opinión de congresistas estadounidenses y la revista TIME. Ciertos sectores ecuatorianos también presionaron a su gobierno.
–¿Entonces qué va a pasar con su vida?
–No lo sé, tenemos las dos decisiones favorables en Naciones Unidas. Después de muchos esfuerzos logramos que una de mis presuntas fuentes, Chelsea Manning,obtuviera clemencia y será liberada. Estados Unidos se niega a cerrar mi causa por espionaje. en mi contra. Tuve una victoria importante en Suecia: despues de seis años finalmente se hizo lo que veníamos pidiendo y pude declarar por primera vez. Hasta entonces, Suecia habia utilizado su negativa a tomarme declaración en esta embajada como un truco para mantener abierta la investigación preliminar desde 2010. La fiscal en Suecia todavía no decidió si va a acusarme. Si decide acusarme será una decisión política. Por un lado, una acusación formal llevaría a un juicio que el estado sueco perdería. Por el otro, si la fiscal cierra la investigación probablemente acabaria con su carrera profesional. La mejor opción para la fiscal siempre ha sido mantener el impasse (la acusación de “violación en grado menor” proscribiría en tres años).
–O sea que con todo lo que pasó su situación no cambió demasiado.
–Hubo triunfos políticos y legales. Las Naciones Unidas declararon que mi detención es ilegal.
–Pero la decisión no es vinculante.
–Si que es vinculante. Los jueces lo reconocen. La Corte Europea de Derechos Humanos, por ejemplo, hace propios los dictámenes (del Grupo de Trabajo Detención Ilegal) de Naciones Unidos. Lo que no hay mecanismo de aplicación.
–Entonces no se cumple.
–No, pero obviamente hay un costo diplomático para Suecia y Gran Bretaña. Cada vez que Gran Bretaña o Suecia le vayan a decir a un país extranjero que han detenido ilegalmente a un ciudadano británico, ese país puede contestar que Gran Bretaña y Suecia hacen lo mismo conmigo. Habrá que ver cuánto tiempo quiere pagar ese precio.
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