James tiene una fascinación por las noches madrileñas. Cada vez que puede se escapa a los lugares donde marcó época. En su paso por el Real el crack colombiano fue la presa de la prensa del corazón. Ahora, después de ser el protagonista de las dos derrotas, el jugador, con toda la indolencia de la que ha hecho gala, decidió aprovechar la escala de su avión en Madrid, pasar una noche en España, visitar a sus viejos amigos, y llegar un día tarde a su equipo en Catar, el Al Rayyan, provocando la furia del entrenador francés Laurent Blanc quien decidió castigar al colombiano quien no fue tenido en cuenta en la alineación del equipo para su partido del pasado domingo.
La decadencia de James ya no se nota sólo en la selección sino en un fútbol tan precario como el catarí en donde ni siquiera le ha alcanzado para ser el jugador más destacado de esa liga. A los 30 años, y sin mundial a la vista, ya parece más un exjugador que una estrella del fútbol mundial.