En el 2018, en las semanas previas al Mundial de Rusia, Colombia vivía una verdadera pesadilla. Solo pensar que se tendrían que afrontar los partidos contra Japón, Polonia y Senegal sin James Rodriguez era una verdadera tortura. Tres años después el panorama ha cambiado absolutamente. Las lesiones y los problemas personales del jugador han dado con el traste con su carrera. Ni siquiera en un equipo menor como el Everton, James puede brillar. Lo más devastador para él, ni siquiera en la selección es titular.
Una de las razones por las que la gente está contenta con Reinaldo Rueda y con su selección tiene que ver con la decisión de haber excluido a James. Cuando lo desconbocó lo señaló como el principal responsable de las derrotas catastróficas contra Uruguay y Ecuador. La apercollada de Muriel a James, que denunció en su momento Javier Hernández Bonnet, los empujones a sus jugadores dentro de la cancha, todo para cobrar un tiro libre, hastiaron a un plantel que hoy respira feliz. Es que no es lo mismo el madrazo de Cuadrado a Davinson después del gol de Paredes en el 2-0 transitorio de Argentina contra Colombia en el Metropolitano, que pordebajear a un compañero como estaba sucediendo con el 10 del Everton.
Además, su silencio por el buen desempeño de la selección en la doble fecha de eliminatoria ha caído mal en el plantel. Así al menos lo afirmó Javier Hernández Bonnet quien dijo lo siguiente en su programa Blog Deportivo de Blu Radio: “Uno no puede ignorar a la Selección de su país, con la que ha conseguido triunfos. A este cuento le está faltando algo. Su enojo es con el grupo, ese corto circuito no ha sanado; es un silencio retador”.
Otro que habló de heridas abiertas en el equipo patrio es Nelson Asencio quien habló del disgusto que siente Wilmar Barrios con James "Es el caso de Wilmar Barrios, con el que tuvo un primer altercado en Barranquilla, ante Uruguay, porque uno de los goles se da por error de James al perder la pelota”. Luego habló de Muriel, con quien tuvo un incidente gravísimo en donde casi se van a los puños y el último caso sería el de David Ospina, quien, a pesar de no estar lesionado, no tapó en Quito disgustado por el protagonismo que le daba Queiroz a James.
Si, al insoportable James cada vez lo quieren menos dentro de la selección.
