El poder que las Autodefensas Unidas de Colombia lograron en Colombia lo hicieron de la mano de las Fuerzas Armadas y la Policía y las entidades de inteligencia del Estado. Así lo han dicho los jefes exparamilitares y lo han reconfirmado una y otra vez.
En la audiencia que Salvatore Mancuso está adelantando en la JEP dijo que ellos, los paramilitares, lograron el control completo del DAS en Córdoba, Sucre, Bolívar, Magdalena, Norte de Santander y más, departamentos de inteligencia que les entregaban toda la información necesaria para atacar, presionar, intimidar y sobornar a personalidades y empresarios.
En el cuarto día de audiencia, Mancuso dio a conocer que era el DAS, en cabeza de su entonces director, José Miguel Narváez, la entidad que les entregaba las listas de personas que, por orden de peces gordos, militares y políticos, debían asesinar.
El DAS les entregó información sobre el presidente y lo incluyeron en las listas negras de quienes deberían asesinar. Sobre el actual presidente y sobre el canciller Leyva dijeron que no podían permitir su participación en política por según el DAS ser guerrilleros y colaboradores de la guerrilla.
Para José Miguel Narváez, todo lo que tuviese que ver con izquierda eran enemigos de la nación colombiana. Para el DAS de aquel momento todo los de izquierda que tuvieran participación en política y que tuvieran opción de cargos de poder deberían ser asesinados, según lo dicho por Salvatore Mancuso en su cuarto día audiencia ante la JEP, verdades con las que está tocando la puerta de esta Jurisdicción Especial para que esta decida si acepta o no su sometimiento.
