Basta con caminar por la plaza de mercado más grande del país, Corabastos, para darse cuenta
que todo está por las nubes. Todo lo que incluye un almuerzo colombiano, la papa, la yuca, la
arracacha, la cebolla y la ahuyama, entre otros, están incomprables. La papa pastusa, cuyo bulto
se compraba en 40 mil pesos hace seis meses, hoy se consigue entre 80 y 115 mil pesos, mientras
que el precio del plátano sigue disparado. Don Manuel, un legendario comerciante de este
producto, nos datea: la bolsa de 20 kilos que se conseguía a 18 y 20 mil pesos en junio, está en
noviembre a 45 mil y al menudeo las 2 libras valen 2.500 pesos.
Una ama de casa, experta en ajiacos, se escandilza al comprobar que la libra de arracacha que se
conseguía a 1000, está a 3000 pesos. Los amantes de la yuca también sufren: la bolsa, que se
compraba entre 60 y 80 mil pesos, desde hace varios meses no ha bajado de 120 mil.
Y según los comerciantes de la central mayorista todo esto se debe a la fuerte temporada invernal
por la cual atraviesa Colombia. Lo peor es que ahí no para la carestía, porque si hablamos de
verduras las cosas son alarmantes: las cebollas largas, cabezonas y rojas, subieron en un 50%: los
paquetes que se compraban a 1000 estan a 2000 pesos, igual sucede con el aji pimentón y la
habichuela.
El 2023 no pinta mejor ya que a los aguaceros incesantes se sumarían las temidas heladas de la
Sabana Bogotana. Entonces todo estará por las nubes.