A esta hora le dicen que la guerra se va a acabar. Le dicen que cuando se firmen los acuerdos habrán ganado. Le dicen que la vida va a cambiar y él aún no entiende bien de qué vida nueva le hablan porque no conoce vida distinta a esta que le forzaron a tener desde que, siendo niño, se lo llevaron arrebatado de su casa y le cambiaron infancia por combates en la guerrilla. A esta hora un soldado recibe instrucción sobre el fin del conflicto y los deberes que tendrá en el país en tiempo de posacuerdo. Intenta imaginar cómo será ese país distinto del que le hablan. Le dicen que cuando se firmen los acuerdos habrán ganado. Aunque sea obvio conviene recordar esto: en una negociación de un proceso de paz ambas partes se han de sentir ganadoras. Porque un acuerdo no es lo mismo que una rendición. Algo se acelera en el pecho de ambos con kilómetros de por medio ¿escuchas el latido de sus corazones?
A esta hora alguien escucha una canción de David Bowie aunque él ya no está. De eso se trata ser inmortal. “No sé adónde voy después de aquí pero prometo que no seré aburrido” dice su esposa Imán que le dijo tiempo antes de partir. Luego hizo de su propia muerte parte de su obra. Obra maestra. Su corazón sigue latiendo en cada canción. Héroe. Forever and ever. A esta hora, otra canción de David Bowie, en otro lugar del mundo, empieza a sonar.
A esta hora Nairo Quintana acompaña los pedalazos de su hermano Dayan por la geografía argentina que les ve pasar a gran velocidad mientras en su corazón sueña con una medalla olímpica. En Medellín, a esta misma hora, se abrazan con verdadera ilusión y contento Elkin Hernández y Yadira Mustafá luego de saber que CDO está obligado a reembolsar $13.364 millones de pesos a 64 propietarios del edificio en que vivían, Continental Towers, que pudo correr idéntica suerte que aquel Space que se vino abajo como la vida de tantos. A veces después de la tragedia hay latidos de esperanza que pueden dar paz.
Todos los días muere un famoso que yo no conocía. Algunos en tuiter lo lamentan como quien despide a un amigo íntimo aunque recién hayan gugleado su nombre para saber quién era. Si entrar al coro de plañideras virtual te hace sentir un poquito menos solo todo está bien. Son días en que ser parte y no estar aparte parece ser la orden del día.
A esta hora Miguel Bosé dice “Tadeo, Tadeo” llamando a su hijo en su casa en Panamá donde optó por radicarse Miguel para refugiarse de Bosé. Tres hijos más corren, incontenibles, por los pasillos. Esas sonrisas multiplicadas son para él su mejor canción. Toman agua después de la faena, cómo no. A esta hora la lluvia pasajera en Medellín empieza a convertirse en rocío de dioses que puedes salir a disfrutar para recordar qué se siente ese beso del cielo en tu cara. A la misma hora suman ya ocho meses que no llueve en el municipio de Ráquira, pero de eso nadie habla porque no es la Guajira. Y de la Guajira hablan pero nada cambia. A esta hora se detiene, literalmente, el corazón de un niño wayuu. La muerte es este latido que ya no escuchas. Y se lleva el nombre de este niño también.
A esta hora la prensa española no se repone de la carta manuscrita que acompaña la noticia del suicidio de Diego, de once años, que optó por lanzarse al vacío porque no resistía ir al colegio a ser maltratado un día más. Tampoco se repone Carmen, su madre. El eco del golpe contra la acera que nadie escuchó rompe corazones con dolor.
A esta hora Juan Manuel piensa que está haciendo las cosas bien. A esta hora Álvaro piensa que está haciendo las cosas bien. Yo pienso que algo está haciendo mal quien piensa que el país se resume en esos dos nombres. Ciro Guerra tiene una agenda más apretada que el abrazo de una serpiente. Héctor Abad revisa una vez más las palabras de la página al día que se propuso escribir. Piedad Bonnett en su casa en Bogotá firma una dedicatoria en su nuevo libro de poesía reunida. A esta hora María de Rosario Escobar hace una visita guiada por su corazón por las obras del Museo de Antioquia que estrenará su dirección. A esta hora Pablo Montoya le da la mano a otro desconocido que quiere estrechar la mano de un hombre capaz de un Rómulo Gallegos.
A esta hora el dólar esta más caro que ayer y más barato que mañana. Sigue bajando el precio del petróleo pero nunca el de la gasolina sin que nadie te dé una explicación convincente. A esta hora un hombre corre entre los carros detenidos en la luz roja del semáforo y roba por una ventana un celular. Dos disparos después, esta vez, morirá el ladrón y no la víctima. Sangra el pecho. Y no es por amor.
A esta hora. En este mundo. El latido de tantos corazones escribe la partitura del día.
@lluevelove