Condenaron a Epa Colombia a 5 años de cárcel por los desmanes y vandalismo que causó al Transmilenio durante las protestas de noviembre del 2019. Tal vez pecó por inocente o ignorante, pero definitivamente la pena es excesiva e injusta. Para Daneidy Barreras, una mujer joven trabajadora que a punto de vender keratinas ha creado un emporio que emplea a cientos de colombianos, la vida se convirtió en un infierno desde hace dos años cuando la justicia la empezó a perseguir. Epa sufrió en carne propia, las consecuencias de sus acciones. Por supuesto, aprendió la lección.
Hace cuatro meses, las autoridades hallaron media tonelada de cocaína en una avioneta de Miguel Jaramillo, el esposo de Alejandra Azcárate. Los culpables terminaron siendo un piloto y su ayudante de vuelo que hoy se encuentran presos. ¿Qué pasó con los dueños de la avioneta o los responsables?. Como era de esperarse: NADA. Alejandra Azcárate atravesó, como ella mismo lo aseguró, lo sótanos del infierno desde su penthouse en Miami al lado de su esposo, lugar al que escaparon ante la presión social. Pero el punto es que es inexplicables como dejaron salir del país a un hombre que es dueño de una avioneta a la que le hallaron una cantidad desorbitada de droga.
El señor Jaramillo, hoy es un hombre libre que sigue gozando de sus lujos y privilegios. Su único castigo fue el escarmiento social, nadie se preguntó como desde el Aeropuerto Guaymaral funcionaba divinamente una red de narcotráfico frente a una estación de policía. La avioneta del esposo de Azcárate había hecho más de 100 viajes en lo que iba del 2021, pero no pasa nada, él no es culpable, no sabía nada, es una víctima más de injurias y calumnias. Es normal en Colombia que a una persona que tenga una avioneta y autorice a diario viajes exprés le terminen pillando media tonelada de cocaína.
Si la avioneta hubiera sido de Epa Colombia, seguramente la hubieran puesto en custodia de las autoridades desde el día uno, la tendrían durmiendo en una celda de la cárcel de El Buen Pastor. Si Miguel Jaramillo fuera Epa Colombia o cualquier persona sin recursos en Colombia, bastaría que llorará, se declarará inocente pues no tiene ni idea que su avioneta es pieza clave en una red criminal de narcotráfico.
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