“2016, referendo y ganó el no, para mí personalmente, por mis posturas políticas, fue un momento muy duro, porque yo, como toda mi generación, crecí en un país en conflicto y vi esa oportunidad como una de cambio”, cuenta Rodrigo Atuesta.
Él es uno de los socios fundadores de Impulse Travel, una agencia de viajes que decidió apostarle a la construcción de paz desde el turismo, una herramienta inclusiva y de impacto a través del trabajo con comunidades, jóvenes y excombatientes.
“Uno puede cambiar la realidad de un país si transforma la manera en la que estamos viajando y por eso vale la pena, porque es un turismo que no solamente se está obteniendo la recompensa de descansar, pasarla rico y airearme, sino también con las decisiones que yo estoy tomando como consumidor y como viajero estoy facilitando y construyendo un engranaje de dinámicas que son importantes a nivel local para llegar a esa paz”, dice Tuesta.
“Trabajamos vinculando a estos líderes y proyectos comunitarios a la cadena de valor del turismo, para generar oportunidades de generación de ingresos y trabajo en la industria”, agrega Lizeth Riaño, líder de estrategia y producto de Impulse Travel.
Esta iniciativa hace parte de la línea de aprendizaje que la Fundación Compaz desarrolla con el propósito de evidenciar el aporte del sector privado a la consolidación de paz en los territorios.
“El objetivo que vemos de trabajar conjuntamente con la Fundación Compaz es encontrar cuáles son las maneras de fortalecer la visión social de las empresas en Colombia, sentimos que el sector privado tiene un compromiso grande con la construcción de paz en el país”, indicó Riaño.
Esta agencia de viajes ofrece una nueva experiencia a partir de la promoción de planes turísticos para mostrar la nueva Colombia después del acuerdo de paz. Travesías turísticas por las regiones más apartadas y lejanas del país que abren puertas a la reconciliación en aquellos lugares donde alguna vez se sembró la guerra, y que hoy en día siembran semillas de paz.