Los bogotanos aceptaron pacientemente las cuarentenas por localidades programadas hace un mes, pero la inesperada decisión del pasado jueves de la alcaldesa Claudia López de ampliar otros 14 días a las localidades de Santa Fé y Chapinero, donde se concentra la mayor cantidad de comercios pequeños de la ciudad, llevó a que la gente se rebotara y amenaza con desobediencia colectiva. La crisis económica es superior para ellos que el control del COVID que dicen lo están cumpliendo. Estos fueron las reacciones, la gente en la calle.