Conocido como el Cacique de la Junta, aquel niño que nació un 26 de mayo del año 1957 en una población calurosa del sur de La Guajira llamada San Juan del Cesar, exactamente criado en el corregimiento La Junta, de allí deriva su pseudónimo artístico pese a no encontrarse vivo, en sus tiempos llenó de alegría a miles de personas tanto nacionales como extranjeras, pues el artista llegó a conquistar escenarios no solo en ciudades y pueblos colombianos, sino también en Estados Unidos, Europa y por supuesto en naciones de América Latina.
Fue compositor de líricas que manifestaban su cotidianidad, su cultura y costumbres propias de un guajiro, que transmitían mensajes unos emotivos y otros tantos de desamor y vivencias ocurridas mientras se encontraba habitando la Tierra, de las cuales se destacan El cóndor herido, La plata, La tiendecita, Mi muchacho, etcétera.
También famoso por sus actos polémicos relacionados con el exceso en el consumo de bebidas alcohólicas y sustancias psicoactivas, entre ellas, la que untaba el paño blanco cada vez que se presentaba al escenario en cualquier ciudad o pueblo. Su fallecimiento ocurrió el 22 de diciembre de 2013 a causa de paro cardiorrespiratorio.
A pesar de las controversias que Díaz generó en otrora existencia, su legado continúa y la fanaticada diomedista aún lo recuerda como uno de los más importantes compositores vallenatos de los últimos años, a tal punto que cuando asisten a establecimientos comerciales nocturnos, o reuniones familiares, la melodía favorita para amenizar el ambiente es la del Cacique, incluso, la juventud del presente siglo se deleita al escuchar sus interpretaciones en sus momentos libres o cuando realizan alguna actividad académica o personal.
Por ello, Diomedes sigue en la mente, en los corazones de los compatriotas.