En vacaciones transitar por las vías del territorio nacional siempre ha sido un problema. Si se hace un análisis por décadas no alcanzaría el espacio para mostrar la problemática que presenta el sector trasporte en la dinámica nacional.
Las vías han mejorado en los últimos veinte años, la movilidad es más rápida, pero en cuestiones de seguridad la situación es compleja. No hablo de temas relacionados con la delincuencia y otros factores anexos, sino de las impudencias de quienes transitan por el país. En parte hay que señalar la responsabilidad de las autoridades nacionales y regionales, en el control de las vías.
La ubicación de la señalización en lugares inapropiados, (entre curvas, detrás de un árbol, al lado contrario de la vía, entre otros), los cambios en los límites de velocidad de manera abrupta, la mala iluminación y la calidad de las vías, etc. Esto es atribuible a las organizaciones del Estado. Pero hay un problema más serio en esta situación y corresponde a las imprudencias y violaciones de cometen quienes transitan por estas vías en calidad de conductores.
En primer lugar, se ha vuelto incomodo manejar, ya que el número de motociclistas ha aumentado de manera desmesurada, estos vehículos cuentan con unas condiciones diferenciales frente a los carros, camionetas y camiones, ya que no pagan peaje, pero unido a esta situación ellos creen que tampoco debe cumplir con unas normas básicas de seguridad, como usar el casco apropiado, chalecos, canilleras, tobilleras, pecheras entre muchos otros. Ellos —los motociclistas— consideran que deben andar por el lado izquierdo o derecho de la vía, cuando las normas de tránsito establecen que deben ubicarse en el espacio destinado a un carro, las imprudencias que cometen en las vías de sus ciudades, las trasladaron a las vías nacionales, zigzaguean, adelantan en curva, no respetan el carril y lo más grave no encienden la luz de sus motos (como si el recibo de la luz les llegara muy alto).
El segundo corresponde a las camionetas de alto cilindraje, normalmente en las ciudades por el alto flujo vehicular todos transitan en promedio a 30 kilómetros por hora, con un límite máximo de 60 kilómetros, dependiendo la ciudad y el tránsito. Estas camionetas pagan más impuestos por rodamiento y dependiendo el cilindraje, al salir de la ciudad pagan más peaje. Hasta aquí todo normal. Pero cuando salen de la ciudad, algunos se olvidan de las normas y dan paso a sus dotes de conductores de la “Formula 1” y comienzan a cometer infracciones de manera suicida. Los límites de velocidad sobrepasan los 140 kilómetros por hora, las señales de tránsito al ir a esa velocidad no las ven y se convierten en un peligro para la mayoría de los vehículos que transitan las vías cumpliendo con las reglas establecidas, pero ellos —los conductores de las camionetas— los llevan a ocasionar accidentes que pone en riesgo latente a quienes si cumplen con las normas, al igual que los motociclistas no encienden las luces, y como si fuera poco entre ellos mismos se indican cuando hay retenes de policía. (Frente a esos retenes también hay algunas cosas que discutir). ¿Porque quieren desquitar el kilometraje, la velocidad y los impuestos poniendo en riesgo a los demás ciudadanos? Nadie se fija en su vehículo, transite a la velocidad que le establece la norma, así tendrán quien les admire sus camionetas y todos estaremos más seguros.
Por último, las tractomulas y los camiones, en su mayoría son conductores respetuosos de la vía, cumplen con las normas de seguridad e incluso, indican a los demás conductores cuando se debe adelantar, parar y lo más importante, cuando paran en un restaurante es señal de que allí hacen buena comida. Unos pocos se creen dueños de la vía, se adelantan en curva, cuando van vacíos superan los límites de velocidad con mucha facilidad y hacen que otros conductores cometan imprudencias muy graves. A estos tres grupos de conductores les pedimos con todo respeto que recuerden que las vías por donde ustedes transitan son de todos los colombianos y que la seguridad es nuestra prioridad, para poder así disfrutar de este maravilloso, sus pueblos y ciudades, país por vía terrestre.