La comunidad de Chía está alarmada porque la Alcaldía de Chía quiere hacer una carretera de ocho carriles que no está contemplada en el POT (Plan de Ordenamiento Territorial) del municipio, con el fin de descargar todo el tráfico pesado que va desde Cota hasta Cajicá, impactando gravemente su territorio, debido a que penetra de manera violenta sobre el cerro del Majuy (en dialecto Muisca: 'Dentro de ti'), ubicado en la parte occidental de Chía, el cual hace parte de un delicado ecosistema, conformado por bosque andino y reservas hídricas y en el que se encuentra el Resguardo Indígena Muisca de Chía, convirtiendo a miles de campesinos y residentes en grandes desplazados. Con esto el pulmón de Chía se transforma en un gigante corredor vial suburbano, de parques industriales.
La proyectada carretera se erige en contravía de expresas prohibiciones constitucionales y legales, que le imponen a la administración municipal la conservación y protección de esta importante región.
Frente a esta iniciativa irracional y desproporcionada, que se ha estructurado de espaldas a la comunidad, la misma viene oponiéndose con los mecanismos legales a su alcance (acciones populares, nulidad); solicitud de audiencias ante el Concejo Municipal y movilizaciones de protesta ante tan desafortunada decisión.
No obstante, la administración municipal viene expidiendo una serie de actos administrativos (Decreto 16 de 2015, donde se modifica el uso del suelo y se enumeran 700 predios que van a ser impactados por la carretera troncal del cerro), sin la competencia legal para ello, que desdicen la voluntad de la comunidad y afectan claramente su hábitat natural.