La llegada de su papá Hernando Deluque a la gobernación de la Guajira en el 2001, un hombre de filiación liberal quien prefirió aspirar por el movimiento Nueva Fuerza Guajira le abonó el camino en la política a su hijo Alfredo. Siendo estudiante lo acompañó en las correrías políticas que lo llevaron a la convertirse en una opción electoral capaz de enfrentarse al movimiento de Kiko Gómez, pero fue también testigo del derrumbe del pedestal político que empezaba a cimentar su padre cuando su elección fue anulada en 2003 por el Consejo de Estado por fraude electoral. Una decisión que la Corte Constitucional ratificó cuando comprobó suplantación de electores y votos fraudulentos en los municipios de San Juan del Cesar, Manaure, Maicao, Uribia, Urimita y Villanueva. Los mismos lugares donde el gobernador Hernando Deluque dejó armada la estructura política manejada por la ex alcaldesa de Uribia ‘’la cacica negra’’ Cielo Redondo y por el ex cónsul de Colombia en Chicago Bladimiro Cuello Daza, que unida a alianzas con congresistas de otras regiones, catorce años después a su hijo Alfredo a conseguir los votos que lo llevaron a la Cámara de representantes y a la presidencia de la misma, representando al Partido de La U.
El movimiento Nueva Fuerza Guajira nació bajo el ala de Samuel Santander López Sierra, conocido como el hombre Malboro, hace veinte años en la dinámica de la elección que llevó a la presidencia a Ernesto Samper. López Sierra llegó a controlar el contrabando de cigarrillo en la Costa Atlántica con lo cual logró la fortuna y el poder que lo llevaron al Senado por el partido liberal pero terminó extraditado a los Estados Unidos en el 2002.
En primer logro regional de la Nueva Fuerza Guajira fue en el 1997 con la llegada de Álvaro Cuello a la gobernación de la Guajira, quien como Hernando –Nando- Deluque terminó destituido e inhabilitado por la Procuraduría. El grupo repitió gobernación en el 2007 con Jorge Pérez Bernier, el máximo jefe político del movimiento, quien reemplazó a José Luis González quien se encuentra detenido en La Picota cumpliendo una condena de 10 años por corrupción. A Pérez Bernier también lo persiguieron investigaciones en la Procuraduría según un informe del periódico El Heraldo de Barranquilla, y lo reemplazó Kiko Gómez actualmente detenido acusado de varios homicidios.
La continuidad en el poder de la Nueva Fuerza Guajira le dio los Deluque la posibilidad de contar con una importante participación burocrática en el departamento durante varios años e intervenir de alguna manera en la contratación de entidades como CorpoGuajira y muy especialmente a través de la dirección regional del Instituto de Bienestar Familiar donde lograron que el gobierno nacional nombrara personas de su confianza. En el gobierno de Álvaro Uribe la directora del ICBF Beatriz Londoño llevó a la dirección de la Guajira en el 2003 a Ilka Curiel quien estuvo en el cargo hasta el 2011 cuando fue remplazada, ya en el gobierno de Juan Manuel Santos, por Leandro Sampayo, nombre propuesto por los Deluque y acogido por el director nacional del ICBF de entonces Diego Molano.
Tras el escándalo por la trágica muerte de los niños Wayuu. Leandro Sampayo se vio forzado a renunciar con la llegada de la Cristina Plazas a la dirección del ICBF en julio del 2014.
El balance de los funcionarios del grupo del hoy Presidente de la Cámara es lamentable. En los mismos años en los que los funcionarios de la Nueva Fuerza Guajira, cercanos a los Deluque han dispuesto del presupuesto del ICBF, se han muerto más de 4 mil niños por desnutrición. Son ya casi ocho años, desde la gobernación de Jorge Pérez en el 2007, en los que el gobierno nacional ha apoyado con un generoso presupuesto de $400 mil millones para el programa Guajira sin jamushiri o Guajira sin hambre’ dirigido a asegurarle la alimentación a la población infantil prioritariamente, y que ha manejado prioritariamente la contratista Margarita Oñate.
Son varios los funcionarios con investigaciones de la Contraloría, la Procuraduría e incluso la Fiscalía que buscan identificar el destino del millonario presupuesto que se ejecutaba y han abierto las investigaciones del caso para identificar a los responsables de una malversación de fondos que se ejecutaba a través de empresas y fundaciones como la Fundación Guajira Naciente, Fundación para la paz en La Guajira, Amigos por la Infancia, Nuevo Milenio, Siglo XXI, Fundación Itaca, Guajira Nueva y MANA, presuntamente manejadas por personas cercanas a los Deluque.
Para no ir muy lejos, Cielo Redondo, aliada incondicional de Alfredo Deluqe, maneja la mesa de concertación Wayuu en la que se coordina el reparto alimentario a los niños indígenas y con la que el ICBF debe concertar todas las inversiones regionales en dicha materia.
Complementaria al trabajo con la maquinaria local, la estrategia de Alfredo Deluque fue irse como fórmula para la Cámara en la Guajira de varios senadores con peso nacional como Bernardo el Ñoño Elías en el municipio de Uribia; en Manaure con el conservador Carlos Ramiro Chavarro, quien además es cuñado suyo.
Otras alianzas importantes fueron con el senador de Cambio Radical, Antonio Guerra De La Espriella, quien pasó de 356 votos en el 2006 a 10 mil en el 2014 y con el senador del Partido de la U, Armando Benedetti, con quien compartió sedes de campaña en varios municipios de la Guajira.
En fin, provechosas alianzas que además de asegurar su reelección en la Cámara le resultaron de gran utilidad para alcanzar la presidencia de la corporación, siendo un representante totalmente desconocido en el orden nacional.
La sombra del paramilitarismo en Nueva Fuerza Guajira y los Deluque
El comandante del grupo Escorpión del Bloque Norte de las AUC, Arnulfo Sánchez, Alias Pablo, señaló a Hernando De Luque de haber participado en la llegada de los paramilitares a la alta Guajira. Según declaraciones juramentadas entregadas a Martha Lucia Zamora, cuando se desempeñaba como fiscal delegada ante la Corte, desde una cárcel de Estados Unidos a donde fue extraditado.
Según Alias Pablo, Deluqe asistió en el 2002, aun siendo gobernador, a una reunión en la hacienda Los Naranjos, corregimiento de Rioancho, municipio de Dibulla, a la que habría asistido toda la cúpula paramilitar de la región en cabeza de Jorge 40 quien llegó acompañado de los comandantes “Tolima”, “Felipe”, Suley Castro alias “Ramiro” y Giovanni Ustariz alias “el indio”. Según la declaración, en esta reunión se planificó el ingreso de las primeras células del bloque norte al departamento de La Guajira.
Alias Pablo fue cercano a Dilger Becerra Ramírez, promotor de la primera campaña de Alfredo Deluque Zuleta a la Cámara de Representantes en 2010 y fue quien asumió el mando del paramilitarismo y el narcotráfico en La Guajira a raíz de la captura de alias Pablo en el 2010. Becerra fue asesinado aparentemente por diferencias económicas con el propio alias Pablo, quien habría ordenado su asesinato desde La Picota, antes de ser extraditado a Estados Unidos.