El 27 de junio de 2015 muere en Barcelona, España, un niño de seis años que llevaba 28 días internado en el Hospital Valld'Hebron porque sus padres no lo vacunaron contra la difteria. Su caso ha sido el primero en el país desde 1987. Las alarmas se prendieron cuando se dieron cuenta que había otros 47 casos de niños no vacunados en Olot, municipio de la provincia de Gerona, Cataluña.
El argumento de los padres para no haber vacunado al niño fallecido hace parte de imaginarios y prejuicios como las vacunas son antinaturales, producen otras enfermedades y hacen parte del control del negocio farmacéutico mundial. Si bien hay que reconocer que la industria farmacéutica también ha incurrido en dinámicas de lucro sobre todo en el ámbito de la psiquiatría, como cuando expresan la existencia de un Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) en niños, e intentan medicar sus iniciativas y comportamientos naturales en todos ellos; hay que expresar también que mensajes como los que promueven estas falacias conspirativas radicales que desencadenaron el no vacunar al niño en Barcelona, son muchas veces ejemplo de una histeria puritana típica de los movimientos ecologistas como el conocido Anti-Vacunas, que con este tipo de mensajes sin fundamento buscan con desespero la naturalidad humana en todas sus dimensiones y justamente, la están alejando de ella: no aceptan nuestros orígenes salvajes y dependientes, poniendo en riesgo tanto sus vidas como las de los demás.
En este sentido, el filósofo y psicoanalista esloveno Slavoj Žižek alude en este video a grupos como el Anti-Vacunas y sus mensajes, como el nuevo “opio del pueblo”:
Esta noción de naturaleza (…)como un organismo armonioso, orgánico, equilibrado, que se reproduce y que casi está vivo, que es después alterada, perturbada, descarrilada por la arrogancia humana, por la explotación tecnológica y demases, es, creo, una versión secular de la historia religiosa de la Caída. Y la respuesta debe ser: no que no existe caída, que somos parte de la naturaleza; sino que, por el contrario, que no hay naturaleza. La naturaleza no es una totalidad balanceada que luego perturbamos nosotros los humanos. La naturaleza es una gran serie de inimaginables catástrofes. Nos beneficiamos de ella. ¿Cuál es nuestra mayor fuente de energía hoy en día? El petróleo. Es un remanente de catástrofes de millones de años (…) La ecología se refiere a problemas muy reales, pero los mistifica. La ecología puede que pase a ser el nuevo opio de las masas...
En el 2012 un noticiero español compartió una denuncia evidenciando la preocupación de que la sociedad española pudiera apropiarse de la moda estadounidense sobre la no vacunación, la cual había llegado a cifras de 173 a 3000 en lo corrido de los años 2010 y 2011. Con base en esto podemos aceptar la libertad que tiene cada individuo para ser y hacer lo que más le parezca en su vida, también que en la vida hay intereses por doquier y que es difícil no encontrar un servicio que prometa mejorar la calidad de vida de las personas, sin querer algo a cambio; es comprensible que las personas duden de muchas cosas como hasta hacer vacunar a sus hijos. Sin embargo, hay dudas que dadas por su acción o inacción son muy peligrosas, y esta es una de ellas.