El Partido Verde, como se denominaba tiempo atrás, es uno de los partidos políticos más importantes del país. Por este han pasado políticos como Antanas Mockus, Enrique Peñalosa, Lucho Garzón y Sergio Fajardo, quienes han cautivado a la opinión pública por su compromiso con la transparencia, el repudio a la corrupción y presentación de propuestas congruentes con los estatutos y la ideología del partido.
Sin embargo, a pesar de la gran votación de Alianza Verde en las últimas elecciones, obteniendo distintos escaños con votos de opinión, en la costa Caribe colombiana el Verde no goza de esas mismas mieles. Se ha fijado la atención a las regiones del país donde el partido domina y se ha dejado en desidia a departamentos como Sucre que paradójicamente son los que más corrupción tienen. Una de las consecuencias de ese olvido son los 3.027 votos que obtuvo el partido para Cámara de Representantes en Sucre en el 2014, de un total de 406.000 sufragantes. Eso corresponde tan solo a un 0,74 %.
La desidia del Verde en el departamento ha llegado a tal punto que Yahir Acuña Cardales, controvertido político sucreño, y a quien este partido hace oposición (al menos desde el congreso), se ha tomado la dirección municipal en uno de sus fortines políticos más importantes: el municipio de Tolú. Un pueblo principalmente turístico, azotado por la delincuencia y en el que sus últimos cuatro alcaldes estuvieron presos, inhabilitados y/o investigados, además de ser la caja menor del paramilitarismo en el golfo de Morrosquillo por sus millonarias regalías hace tan solo unos años.
El actual Alcalde de Tolú, Ariel Alvarado Montes, -ficha política de Acuña y llevado al palacio municipal de la mano de Afrovides, su entonces plataforma política- y el comerciante toludeño Gerardo Ozuna López, uno de los mayores contratistas del municipio, están hoy detrás del manejo del Partido Alianza Verde en Tolú y repartiendo avales a sus cuotas políticas en la lista al Concejo Municipal y que, por supuesto, apoyarán al candidato de Acuña para la Alcaldía en estas elecciones, el odontólogo César Peroza Sierra.
Que dicha lista al Concejo vaya con el aval de Alianza Verde es una clara evidencia de lo bajo que ha caído uno de los partidos políticos más respetados del país. El hecho muestra que en la dinámica de la política pocos (¿nadie?) están exentos de rozar los sectores más polémicos.
El descaro llega a tal punto que uno de los integrantes de la lista al Concejo, Alfonso Ríos Bermúdez, fue coordinador en Tolú de la pasada campaña de Yahir Acuña a la Cámara de Representantes y fue secretario de desarrollo social en este municipio durante la administración de Alvarado.
Mauricio Zúñiga Barragán, amigo íntimo del alcalde Alvarado, también conforma la lista al Concejo.
Y por si fuera poco, el comerciante Gerardo Ozuna y su hijo, Darwin Ozuna, son copresidente y secretario del comité municipal, respectivamente, garantizando el manejo absoluto de los avales.
Es claro que para lograr todo lo anterior tuvieron el respaldo de varias personas con influencias en el comité departamental, quienes deben responder por qué permitieron que socios tan evidentes de Acuña se tomaran el directorio.
Estos hechos producen un total desencanto en un departamento que ve, casi de manera segura, la sombra de Yahir Acuña tomando las riendas a través de sus despreciables formas de hacer política: repartiendo dinero, whisky y hasta huevos. Un marco politiquero que se reinventa a sí mismo para seguir desangrando a los mismos municipios de siempre y seguir robándose el dinero hasta de las principales obras.
La desgastada política colombiana y el anhelo de una paz que ha tardado demasiado en llegar simplemente no se lo permiten.
Termino de escribir estas líneas con la esperanza de que desde Alianza Verde no se sigan haciendo los de la vista gorda y que sea consecuente entre lo que dice y hace o, de lo contrario, serán un cómplice mas de esta tormenta que está por venir.