Entre “linda” y “bruta” Cristina Hurtado no sabe cuál de las dos palabras le han dicho más. En todo caso, la primera le aburre, y a la segunda le odia. Su debut en televisión fue en 2004 presentando Estilo RCN y en aquellos tiempos todo el país la veía decir “Mientras tanto, piensen en mí”. También se disfrazaba de secretaria y cantaba Mírame, mírame soy tu secretaria. Así la recibieron los colombianos en sus pantallas, desconociendo que las anteriores eran órdenes de su entonces director, Sergio Barbosa, quien nunca accedió a los ruegos de Cristina para que no la expusiera de tal forma. Un año después, Álvaro García la llamó para que hiciera parte del equipo de Noticias RCN en la sección de entretenimiento, sin embargo ya tenía ganado el estigma que fue su mayor pesadilla durante los primeros años de su carrera: el de bonita pero bruta.
A diferencia de muchos otros presentadores, la formación de Cristina Hurtado fue al aire. Su peor momento fue cuando aceptó reemplazar de última hora a Carolina Cruz durante una emisión en directo desde el Círculo de la Moda, pues los organizadores del evento requerían a la caleña para cerrar un desfile. Ese día Cristina simplemente iba a desfilar, no presentaba pero no alcanzó a decir que no, cuando ya la habían alambrado, le entregaron las hojas del libreto y la cámara la tenía enfocada. Todo sucedió faltando menos de un minuto para salir al aire. Esa noche, durante los pocos minutos que dura la sección de entretenimiento, le sucedió todo aquello que por nada del mundo debe ocurrirle a un presentador.
En aquellos tiempos no había revista alguna que semanal o quincenalmente, viniera sin críticas para la novel presentadora. Faltó poco para que desistiera de la televisión pues el público era implacable y ella había llegado hasta ahí simplemente porque tenía un hijo para sacar adelante pues ni la fama, ni mucho menos lo que significa lidiar con ella, estaban entre sus planes. Ese mismo hijo también fue la razón para que en 2003 hiciera la fila de Protagonistas de Novela. Ella fue uno de los pocos participantes de aquella edición que pasaron a la casa estudio haciendo fila, pues la mayoría eran modelos provenientes de distintas agencias. Jamás imaginó que aquél reality cambiaría su vida, no solo por las puertas que se le abrirían en televisión, sino porque ahí conoció a quien sería su compañero de vida, el actor Josse Narvaez.
Todo el país vio como la relación se gestó en la casa estudio en Buenos Aires, aunque su consolidación definitiva fue diez años después en la isla de San Andrés, cuando él organizó una boda sorpresa para regalarle a ella un cumpleaños número 30 inolvidable. Para entonces, Josse ya habría dado su apellido a Daniel y con Cristina tuvo a Juan José. Los respectivos embarazos fueron totalmente opuestos; El primero fue a los 15 años –misma edad que hoy tiene Daniel- cuando aún vivía en el barrio Perdomo de su natal Copacabana. Tenía dos meses de embarazo cuando participó en un reinado y la posibilidad de ser Señorita Antioquia alcanzó a vislumbrarse.
Los cumplidos han sido una constante a lo largo de su vida, e inclusive han llegado a agobiarle. Para ella ser comparada con la muñeca Barbie suena más a insulto que a halago. Durante su infancia llegó a pedirle a su madre lentes de contacto para tapar los ojos que se robaban la atención de quienes le miraban. La niña, aburrida de que la gente se deslumbrara con el azul de sus ojos quería saber si con un color más común le seguirían llegando los mismos elogios. En años posteriores la belleza traería consigo oportunidades pero también las propuestas indecentes que para modelos son abundantes, las cuales recibía desde antes de ser famosa y hasta el día de hoy rechaza. No tiene muchas amigas, pero en la lista, del medio clasifican la periodista Cristina Estupiñán, la productora Priscila González, y las presentadoras Yalena Jácome y Liliana Salazar.
Paralela a su faceta como presentadora y modelo, tiene otra como empresaria. Hace tres años lanzó su propia marca de ropa interior Criss, by Cristina Hurtado, un proyecto de vida que tenía desde su época de colegio, pues en los últimos años escogió materias relacionadas con temas empresariales. Cuando tiene que ir a los estudios del canal para presentar la sección de entretenimiento, Cristina no pierde oportunidad para promocionarse en su otra faceta. Bien sea para vender o conseguir vendedoras, anda con catálogo en mano exhibiendo entre las secretarias su última colección.