La ciudad de Nueva York atraviesa por estos días bajas temperaturas de menos cero grados, lluvias y amagos de nieve, un frío que traspasa la piel y que tiene a muchos acuartelados. Pero este domingo -8 de diciembre-, las condiciones mejoraron y el clima fue cómplice de una celebración que congregó cientos de neoyorquinos y turistas: la conmemoración de los 200 años de la Quinta Avenida de Nueva York, considerada como la calle más famosa y costosa de todo el mundo de acuerdo a varios ranking y estudios inmobiliarios. No en vano se le conoce igualmente como ‘La avenida de los millonarios’.
Para esta efemérides, la Alcaldía de Nueva York programó una serie de eventos que incluyeron peatonalización de la avenida entre las calles 48 y 55 durante seis horas de la tarde de este domingo, instalaciones artísticas, experiencias interactivas, presentación de grupos musicales, y en general un festejo callejero con venta de comidas (perros, pizzas, crispetas, donuts, etc), entretenimiento y compras, dando toques populares a la reconocida calle normalmente caracterizada por elegantes fashionistas amantes de las marcas de lujo.
La historia de esta vía, que en principio era un estrecho camino rural, se remonta al año de 1824 cuando nació como parte de un plan urbano y su primer tramo tuvo origen en el barrio Greenwich Village, hoy un área bohemia, lleno de galerías y cultura neoyorquina. La afamada avenida que recorre de norte a sur, cubre 10 kilómetros y es una de las más extensas de Manhattan, empieza en el parque Washington Square y termina en la calle 143 en el barrio Harlem.
Desde muy temprano la ‘Quinta’ tuvo conexión con el lujo y el poder. Las familias adineradas de mediados y finales del siglo XIX como los Astor, pusieron sus ojos en ella y empezaron a construir mansiones, imitando estilos europeos. Los mismos que se opusieron radicalmente a que el metro o subway cruzara cerca de sus palacios. Era una zona eminentemente residencial, pero hacía 1897 en el entrecruce de la Quinta Avenida y la Calle 34, justo donde está hoy el Empire State Building, se construyó el hotel Waldorf Astoria, que llegó a ser el hotel más grande y alto del mundo. Desde ahí empezó a expandirse la zona comercial hasta la calle 59 antes del Central Park, y que es precisamente en la actualidad el tramo más famoso y concurrido de toda esta arteria.
Estar en la Quinta Avenida es el sueño de todas las marcas de lujo y de moda. Allí tienen presencia boutiques de costosas firmas como Prada, Gucci, Versace, Armani, Bergdorf Goodman, Ferragamo, Saks y Ermenegildo Zegna, entre muchas otras; joyerías de renombre, tales como Tiffany, Bvlgari, Cartier; pero igual hay espacio para marcas ubicadas dentro del mass market, como Zara, Mango y H&M. Asimismo marcas deportivas se han peleado un espacio, y han arribado Nike, Adidas y Puma, entre otras. Y diferente al mundo fashion, hay algunas tiendas de tecnología como Apple Store, famosa por su servicio de 24 horas y diseño único en forma de cubo de cristal.
Pero a la vez que es la calle más deseada y cotizada, al mismo tiempo informes de empresas como Main Streets Across the World, la señalan como el sitio más caro para adquirir y abrir un local comercial. Las cifras que se manejan son astronómicas, y de esto da fe transacciones como la realizada por Prada a finales de 2023, que adquirió dos locales por cerca 900 millones de dólares; y en igual sentido, el grupo francés Kering, dueño de marcas como Gucci, Balenciaga e Saint Laurent, desembolsó cerca de mil millones de dólares para hacerse a un espacio comercial. Actualmente según reportes de varios medios económicos estadounidenses, Chanel y LVMH, el mayor conglomerado de lujo y propietario de la firma Louis Vuitton, se disputan el control de algunos de los principales edificios de la Quinta Avenida.
Sumergirse en la ‘avenida de los millonarios’, es adentrarse en la propia historia de Nueva York, pues sobre ella están ubicados algunos de los lugares más significativos e icónicos de la ciudad e incluso de todo Estados Unidos, no solo tiendas comerciales, sino embajadas, bibliotecas, museos, catedrales, miradores, parques, restaurantes y célebres edificios, entre otros. Además, sobre su asfalto, cada año se realizan varios desfiles como el Macy 's el Día de Acción de Gracias o Thanksgiving, o las celebraciones de diferentes comunidades con asiento en Nueva York, tales como el Día de los puertorriqueños, italianos, dominicanos, irlandeses, hispanos, entre otros.
Solo por citar algunos, figura el Rockefeller Center, un complejo constituido por 19 edificios, con múltiples atracciones, incluida el árbol de navidad más visitado del mundo que tiene 50.000 luces LED: más de 500 mil personas se estima que lo recorren por día, lo que le ha dado el nombre de ícono global de la temporada navideña.
De igual forma, sobre la Avenida Quinta se puede apreciar la impresionante Catedral de San Patricio con su estilo neogótico; el Flatiron Building, uno de los primeros rascacielos de Nueva York, el cual está construido en forma de triángulo; la Biblioteca Pública, un santuario que guarda libros y evoca un palacio renacentista; el Empire State Building, por muchos años el edificio más alto de Nueva York solo superado después por las derribadas Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001; el Central Park, visitado por cerca de 40 millones de personas cada año; la Trump Tower, el edificio del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, y la ’Milla de los Museos’, en el Upper East de la ciudad, que alberga cerca de diez museos incluido el Metropolitano de Arte, Guggenheim y el Museo de la Ciudad, entre otros.
Cada sitio sobre esta vía en la ciudad de los rascacielos, es único, tiene su propia historia, y de cada uno se podrían decir muchas cosas, varios de ellos protagonistas de múltiples novelas como La edad de la inocencia de Edith Wharton, en la que la Quinta Avenida juega un rol crucial como emblema del ‘Old New York’ y su retrato de la sociedad de élite; películas de Hollywood y series de televisión que recuerdan escenas como Audrey Hepburn desayunando frente al escaparate de la joyería Tiffany, ¡Todo un clásico cinematográfico!a King Kong en lo más alto del Empire State Building con Jessica Lange entre sus manos, a ‘Mi pobre angelito’ saludando a Donald Trump en el Hotel Plaza y hasta al ‘Hombre araña’ en el Rockefeller Center.
Esta construcción audiovisual a través de décadas, ha contribuido a que muchos conozcan la renombrada ‘Quinta’, aun sin visitarla. Por eso cuando se llega a alguna de sus calles, para no pocos, la sensación es extraña y pareciera que ya se hubiera estado allí. Y también por esto, cada cual tiene su percepción -buena o a veces no tanto-, sobre este diverso trayecto de mil caras. Y así se pudo apreciar este pasado domingo, cuando en plena celebración con motivo de sus dos siglos de existencia, se consultó a algunos transeúntes.
“Realmente sentí que estaba en Nueva York cuando caminé por la Quinta Avenida de Nueva York, pues recuerdo que en una sola ojeada alcé a ver tiendas como Gucci, Prada, Victoria Secret y otras tantas, ¡creí enloquecer, no lo podía creer!. Se que todo el mundo no tendrá esa sensación, pero yo me considero fashionista y disfruto ver desde el arreglo de las vitrinas y ahora en diciembre es lo maximo, se me vino a la cabeza tantas escenas de películas, desfiles de la Semana de la Moda, los Met Gala, que tienen como sede Nueva York, por eso digo que realmente sentí esa atmósfera de elegancia y glamour aquí”, indica Luciana, una colombiana afincada en la Gran Manzana, quien dice dedicarse a la finca raíz.
En igual sentido, Stefany, una joven ecuatoriana que asistió a la celebración junto a su esposo y un bebe en coche, sobre la celebración indicó que, “la idea de convertir la avenida en peatonal me parecio fantastica, dado que por ser época de navidad normalmente es imposible andar por la muchedumbre, y por otro lado, venir a esta calle siempre será una experiencia agradable, hay mucho por mirar y, si bien, los precios son muy altos, para todas las mujeres tener en un solo trayecto todas estas boutiques tan renombradas es un sueño”.
Blanca, otra ecuatoriana, quien andaba de paseo con dos amigas, señala que, “ver este árbol de navidad en Rockefeller y la decoración del almacén Saks es una cita cada año que siempre hacemos, así como entrar a la catedral de San Patricio; si bien es difícil controlar tanta gente, se nota la organización y seguridad, todo perfecto, hace dos años cuando llegaron muchos inmigrantes, esta calle estaba difícil de transitar, por fortuna ha cambiado”.
Por el lado masculino, algunos hombres como el colombiano Luis Enrique, si bien destaca “el buen gusto y la distinción de las áreas comerciales de la Quinta Avenida, lo que más me atrapó fue la arquitectura imponente de sitios como la catedral de Saint Patrick. El interior, toda en mármol blanco, le da elegancia y un toque de santidad o algo parecido”. Y finalmente, Damian, un argentino con pinta de mochilero pero refinado al hablar, considera que, “sobre todo en este tramo de las marcas famosas de ropa, la Avenida Quinta refleja mucho de la esencia de todo Nueva York, el consumismo, y muchos y muchas de las que andan por aquí bien presentados, reflejan ese aire de superioridad, superficialidad o estatus que tienen unos cuantos neoyorquinos. Toda esta mezcla de gente, incluyendo los mal trajeados como yo, hace que este sea un lugar único para mirar el comportamiento de las sociedades y sus entornos”.
Así como Nueva York ha sido considerada la Capital del Mundo, la Quinta Avenida ha sido vista como la vía donde pasa lo más importante de la Gran Manzana y del mundo; visitar esta urbe sin pasear por esta calle es un sacrilegio. En esta época decembrina, la ciudad de los rascacielos espera más de siete millones de turistas, que seguramente estarán ansiosos de conocer ‘la via mas caliente del mundo para moda’, vibrar con el Nueva York de las películas, donde como en la vida real, la Quinta Avenida es mucho más que una simple arteria vial, es el símbolo de la riqueza, la moda y el lujo.