Los llanos orientales, un territorio rico en naturaleza, cultura, gastronomía y la alegría que caracteriza a su gente. Quien no se ha sentido deslumbrado con un atardecer en el Meta, o quien no se ha deleitado con su popular carne llanera. Aunque a pesar de su belleza muchos de sus municipios no la tuvieron fácil con el conflicto armado. Situación que después del proceso de paz mejoró grandemente y terminaron convirtiéndose en territorios turísticos. Su vereda La Argentina en Mesetas es una fiel muestra de ello.
Mesetas es un bello lugar ubicado al occidente del departamento del Meta, a 133 kilómetros de Villavicencio, uno de los territorios en donde, históricamente, se han presentado altos índices de violencia armada. De hecho, a sólo 58 kilómetros de allí, se encuentra La Uribe, municipio que en la década de 1980 fue reconocido como sede principal del secretariado de la guerrilla de las Farc. Siendo a partir de ese momento una zona que soportó y tuvo que sufrir a la fuerza la presencia de este grupo armado en su territorio.
Sus cifras más alarmantes se vivieron entre 2003 y 2006 cuando el informe ‘Diagnóstico Departamental del Meta’ de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) registró una tasa promedio de 90 homicidios por cada cien mil habitantes; ocupando el segundo lugar a nivel nacional, después de Arauca. Sin embargo, aunque parecía algo imposible la paz logró llegar a su territorio.
Toda Colombia recuerda ese histórico 24 de noviembre de 2016, en el Teatro Colón de Bogotá, cuando el entonces presidente Juan Manuel Santos y el máximo jefe de las Farc, Rodrigo Londoño, firmaron el Acuerdo Final de paz. Aquel que terminaría la histórica confrontación entre ese grupo armado y el Gobierno Nacional. Trayendo consigo la tranquilidad a los habitantes de Mesetas Meta y muchas de sus veredas. Entre ellas La Argentina, donde tuvimos la oportunidad de estar y de conocer a sus habitantes, que nos recibieron con los brazos abiertos y nos contaron su historia y cómo vivieron aquella transición.
La tienda en La Argentina en Mesetas y su historia en medio del conflicto
En este acogedor territorio conocimos Neicy Torres, quien atiende la tienda más antigua de la vereda que además es la secretaria de la Junta de acción comunal y siempre está pendiente de la comunidad. Quien nos contó cómo vivían mientras hubo conflicto “fue una época muy dura, nosotros, la comunidad, vivíamos aterrorizados, asustados, que las bombas que el tiro (...) fueron muchos los años que vivimos en esa situación” relata. Además nos recuerda que ese era un sector donde se cultivaba coca, lo que se convirtió en el sustento económico para muchos en aquella época.
Por eso era normal que durante el día o la noche tuvieran que correr a esconderse porque las balaceras estaban muy cerca. Y en algún momento las cascarillas de las balas caían en su techo. Pero nunca perdió la fe de que todo mejorara, además se aferró mucho a la tienda en la que trabaja. Un pequeño emprendimiento que es de su padrastro, quien a día de hoy tiene 84 años, así que Neicy se encarga de ella y le ayuda a administrandola. De hecho, ella la llama ‘la fundadora de la vereda’ porque fue la primera en La Argentina y lleva 45 años abierta.
La perseverancia y la llegada de la paz
En un principio fue difícil para su padrastro surtir su tienda, ya que transportar los dulces y conseguirlos era tarea difícil en aquella época. No había carretera y llegaba a tardar todo un día y hasta más. No obstante, nunca se rindió, una característica predominante de los llaneros que han perseverado por su territorio hasta el último momento. Lo que hizo que su pequeño emprendimiento prosperara y a día de hoy esta tienda recibe con brazos abiertos y mucha calidez a turistas que llegan a la zona.
Todo gracias a los deseos de paz de la comunidad pudieron convertirse en una realidad y como Neicy nos relató, el cambio se sintió drásticamente con la firma del proceso “Gracias a Dios, se empezó a mitigar la guerra, ya no se volvieron a escuchar bombas, aviones, ni nada de eso, entonces ya empieza uno como a dormir tranquilo, como a vivir tranquilo y llego una etapa nueva donde entra el turista a preguntar por cascadas y tesoros que estaban escondidos en la montaña, que por circunstancias mantenían escondidas”, nos cuenta Neicy con una sonrisa de tranquilidad que refleja más que las palabras cómo es su nueva vida lejos del conflicto.
Por si esta historia maravillosa fuera poco, Neicy también hace parte de una asociación de mujeres, 36 en total, que se llama ASODALE (Asociación damas leche). Esta se creó con el propósito de transformar la leche en diversos productos como el yogurt, panelitas, arequipe, queso y más de forma artesanal. Productos que venden en eventos, a los turistas, también las contratan para refrigerios entre otras cosas. Mostrando la resiliencia y el papel fundamental de las mujeres en esta comunidad que después de todo se esfuerzan para que su territorio continúe prosperando como se lo merece.
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