La decisión del presidente Gustavo Petro de designar como gestores de paz a 18 exjefes paramilitares condenados por horrores de la guerra y que están pagando férreas condenas dentro de la justicia ordinaria como Jorge 40, alias Botalón, alias Macaco o incluso alias Tornillo, quien violó a más de 200 niñas en la Sierra Nevada de Santa Marta, entre otros, fue de muy mal recibo entre dirigentes y la opinión pública en general.
Pero, una de las voces críticas con más peso por la institución que lidera es la de la Defensora del Pueblo, Iris Marín, quien cuestionó frontalmente la decisión y planteó el siguiente interrogante: ¿Por qué llamar gestores de paz a quienes han sido gestores de guerra y hoy están privados de la libertad después de haber reincidido? Además, puso en tela de juicio que realmente vayan a contribuir a la paz, especialmente teniendo en cuenta que en el pasado no lo han hecho. Una afirmación con especial significación si se tiene en cuenta que la abogada defensora es experta en justicia transicional.
Esta es el primer roce entre Marín y Petro, quien la incluyó en la terna de tres mujeres para competir ante el Congreso y logró el cargo el pasado agosto cuando llegó para reemplazar a Carlos Camargo Assis, quien había renunciado meses atrás para aceptar el llamado de los Noguera para ser Vicerrector de la Universidad Sergio Arboleda.
Logró meterse a la terna contra todo pronóstico, puesto que competía contra pesos pesados como el secretario de Transparencia, Andrés Idárraga o el exmilitante del M-19, Daniel Prado Albarracín, quienes no terminaron entrando, cosa que sí hicieron dos mujeres que le han dedicado su vida a la defensa de los derechos humanos: Dora Lucy Arias, abogada experta en derecho constitucional que trabaja con el Colectivo de Abogados José Alvear Sanín (Cajar) hace varias décadas y Jomary Ortegón Osorio, vicepresidenta de esa misma organización.
Aunque Iris Marin ha defendido su independencia, en el Congreso reconocen el trabajo de lobby del equipo del ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, con quien llegó a coincidir Marín cuando fue asesora del gobierno de Juan Manuel Santos en medio de los diálogos de paz con las extintas Farc. Así haya pesado el factor político para alcanzar el cargo, en esta postura Marín ha mostrado su independencia. El Presidente no ha dudado en defender la designación de los crueles paramilitares como gestores de paz insistiendo en que “No es un beneficio jurídico lo que se otorga, ni un día más ni un día menos de cárcel”.
Cuando decidimos escoger gestor de paz, para finiquitar el proceso de paz hecho por el expresidente Uribe con los paramilitares, proceso que la corte constitucional quiso que se diera en términos de verdad, reparación a las víctimas, justicia y no repetición; no estamos… https://t.co/6FuGG9Edt1
— Gustavo Petro (@petrogustavo) November 15, 2024