La Universidad del Sinú es el fortín desde donde la familia Bechara pudo construir su poder en Córdoba, pero también ha sabido erigirse como un importante centro educativo y como una de las universidades privadas más importantes de la región, así como una de las más innovadoras. Tanto así que hace apenas siete meses inauguraron un “Centro para la Felicidad”, algo inédito para cualquier institución de su tipo en Colombia que incluso llegó a oídos de neoyorquinos que lo reconocieron por su arquitectura.
Este proyecto que fue bautizado como Flow tuvo detrás a su rectora María Fátima Bechara Castilla, una de las hijas del fundador Elías Bechara Zainúm, cuyo nombre acompaña al de la universidad, y pretende ser un espacio para mejorar la calidad de vida de los estudiantes. Allí se ofrecen cinco clases diarias gratuitas de yoga para contribuir al bienestar físico, emocional y mental de la comunidad educativa, las cuales son impartidas por profesores expertos en la materia, quienes han sido asesorados por la líder espiritual de la India, Sadhvi Bhagawati Saraswati.
Sin embargo, lo que le valió el reconocimiento a la universidad no fue el yoga, sino el diseño del edificio donde está ubicado el centro, el cual estuvo a cargo de la Facultad de Arquitectura de la universidad, que priorizó la iluminación natural y el ser un espacio lo más acogedor posible, lo que la llevó a ser galardonada con el primer lugar en la categoría Profesionales de Arquitectura, Interiorismo y Urbanismo en el prestigioso Concurso iN Award 2024, el cual es organizado por la Bienal de Arquitectura de Nueva York que tiene como presidenta a la arquitecta argentina Natalia Valencia.
Otro triunfo más para la familia Bechara
Mientras que María Fátima celebra el importante reconocimiento para la universidad de su familia, su hermana Mara Graciela, quien reposa en su casa en Montería, también es feliz de ver a su hijo, Erasmo Zuleta Bechara, llevando las riendas del departamento de Córdoba, a donde llegó después de ganar las elecciones de octubre del año pasado y de haber tenido un paso por la Cámara de Representantes.
También le puede interesar: Ningún escándalo los hunde: el poder del clan Bechara, dueños de la Universidad del Sinú