+57: los doble moral, los conservadores criticando expresiones artísticas

+57: los doble moral, los conservadores criticando expresiones artísticas

Analizar letras de canciones no implica censurarlas; es un llamado a entender cómo el arte popular contribuye a formar la percepción pública de las relaciones

Por: Dustin Tahisin Gómez Rodríguez
noviembre 14, 2024
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+57: los doble moral, los conservadores criticando expresiones artísticas

A través de la historia de la música, géneros como el vallenato, la salsa, el merengue e incluso el rock han caracterizado el amor, el desamor que a menudo han cruzado una línea hacia lo controvertido. En ocasiones, las letras han reflejado dinámicas de poder desequilibradas, cosificación de la mujer y, en casos extremos, han formalizado de forma indirecta temas de pedofilia y violencia sexual. Caracterizar estas letras puede ser percibido como un acto “conservador” o moralista, aunque en realidad es una postura crítica que trata de entender cómo la música contribuye a moldear los valores y actitudes de la sociedad.

La música y sus letras

La música popular en América Latina tiene una rica tradición de contar historias, algunas de las cuales normalizan ciertas actitudes problemáticas. El vallenato, por ejemplo, ha sido un género que celebra el amor apasionado, pero a veces lo representa con tintes de obsesión y control. En temas clásicos de artistas como Diomedes Díaz, se identifican  letras en las que el hombre “lucha” por el amor de una mujer, independientemente de su consentimiento. En canciones como Oye Bonita, de Díaz, hay un tono de conquista que raya en la insistencia excesiva: “Oye bonita cuando me estás mirando, yo siento que mi vida cambia en un segundo”.

Por otro lado, en géneros como la salsa, muchas letras de la época dorada de  1970 y 1980 celebran la seducción y el control, incluso cuando la mujer no responde de forma positiva. La salsa romántica, especialmente, perpetúa un rol masculino dominante, donde el hombre parece justificar los celos y el dominio sobre su pareja como expresión de su “amor profundo”. Esto es evidente en canciones de Héctor Lavoe, que habla de “mujeres difíciles de domar”, una frase que en su tiempo fue aceptada pero que hoy podría considerarse como una visión retrógrada de la relación de pareja.

El merengue, aunque en menor medida, también tiene canciones que tratan estos temas. La alegría de la música y su tono festivo no han impedido que algunos compositores incluyan referencias de control y posesión en sus letras. Es un género que celebra el cortejo y la fiesta, pero no está exento de problemáticas, especialmente en la cosificación de la mujer.

En cuanto al rock, este género a nivel global ha enfrentado críticas por normalizar la idea de relaciones entre adultos y personas jóvenes o relaciones de poder, especialmente en los años 1970 y 1980, cuando algunas letras exploraron explícitamente este tipo de temas. Aunque el rock moderno ha cambiado su tono, algunas de sus viejas canciones hoy son observadas con un lente crítico que busca entender su impacto en la cultura.

¿Criticar el arte es una postura doble moral?

Se suele argumentar que criticar el contenido artístico de las canciones es una postura “conservadora”. Sin embargo, la crítica al arte no implica censura, sino análisis y reflexión. La música tiene el poder de influir en la percepción de las relaciones, el amor y el poder. Por ello, más que una actitud moralista, cuestionar el contenido de estas canciones responde a un esfuerzo de responsabilidad social. Comprender el arte en su contexto es fundamental, pero también lo es analizar cómo una sociedad moderna reacciona a ciertos mensajes, especialmente en géneros populares que tienen un impacto significativo en jóvenes y adolescentes.

La crítica artística y el análisis social pueden coexistir sin eliminar la libertad de expresión. Entender el arte desde una perspectiva crítica, más que desde una censura conservadora, es esencial para promover una cultura de respeto e igualdad.

+ 57

La canción “+57”, del artista colombiano Feid, es un tema de reguetón que ha despertado preocupación por el lenguaje que utiliza y las relaciones que describe. Aunque podría interpretarse como una narrativa de conquista, sugiere una relación de poder desequilibrada, insinuando una posible diferencia de edad entre los personajes involucrados. Este tipo de representaciones pueden resultar problemáticas si son consumidas sin un filtro crítico, especialmente por audiencias jóvenes que a menudo se ven influenciadas por el lenguaje de sus ídolos musicales.

Líneas específicas como "Hace rato andaba en eso, esperando pa’ buscarte; si te digo lo que siento, ya tú sabes que va a pasarte” sugieren un acercamiento en el que el personaje parece manipular la situación emocionalmente. En este contexto, la relación se presenta sin claridad de consentimiento ni igualdad. Por otro lado, el verso "Dime la verdad, si estás ready pa' entregarte" refuerza un sentido de presión, en el que uno de los personajes parece apurar el consentimiento de la otra persona.

Otro que me llamo la atención es el verso "Te gustan los mayores, ya no puedes negarlo" sugiere que la otra persona es considerablemente menor. Este lenguaje puede interpretarse como una normalización de la relación entre una persona mayor y otra joven o vulnerable, algo que es especialmente riesgoso al estar enmarcado en el género del reguetón, que tiene gran alcance en audiencias jóvenes.

Analizar y cuestionar letras de canciones no implica censurarlas; es un llamado a entender cómo el arte, especialmente en géneros populares, contribuye a formar la percepción pública de las relaciones. La canción “+57” ejemplifica cómo una letra puede suscitar reflexiones críticas sin que esto implique un juicio moralista. Si bien las letras pueden interpretarse como una exploración artística, es importante que tanto artistas como audiencia mantengan un sentido crítico hacia los mensajes y sus efectos en la sociedad. La música, al tener un impacto profundo en la vida de millones, podría promover mensajes responsables, que fortalezcan una cultura de respeto e igualdad.

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