“Hoy la Procuraduría General de la Nación ha querido imponer los pliegos sastre en Colombia”, así comienza el comunicado con el que el excanciller Álvaro Leyva le responde al fallo emitido por la entidad que dirige la barranquillera Margarita Cabello que lo inhabilita por diez años y por el que no podrá volver a ocupar ningún cargo público hasta que cumpla 92. Al final, el bogotano no pudo ganar la guerra contra la empresa Thomas Greg & Sons, pero, al menos por ahora, su batalla personal no está del todo perdida, puesto que se irá hasta las últimas instancias posibles para lograr revertir una decisión que ante sus ojos es injusta.
Leyva, cuya suspensión como canciller quedó en firme el pasado 15 de mayo, va a interpelar el fallo y para ello se apoyará en los dos jóvenes penalistas que lo han acompañado durante todo el proceso que ya completa un año, Yefferson Dueñas y Mauricio Cristancho, a quienes aprovechó para agradecerles en su comunicado.
El primero es quien lidera la defensa y se le reconoce particularmente por su cercanía con el exfiscal Eduardo Montealegre, con quien incluso llegó a coescribir un libro llamado ‘Constitución y Vivienda’; por su parte, el segundo ha estado más vinculado al mundo de la academia y compagina sus casos con las clases de postgrado que dicta en la Universidad Católica en la Sergio Arboleda de Santa Marta.
Ambos habían logrado aplazar la audiencia que se llevó a cabo este 12 de noviembre y que originalmente estuvo programada para el 5 de noviembre argumentando que Leyva tenía otro compromiso en la JEP ese día y que el propio Cristancho también estaba ocupado, pero no pudieron hacer nada para evitar el fallo de primera instancia que le impone la inhabilidad. De igual manera, en los meses pasados ya habían sufrido algunos reveses como el no lograr que se frenara la suspensión ni tampoco que se cambiara a Ernesto Espinosa, el procurador que está al frente del caso y a quien le encontraron trinos viejos hablando mal del presidente Gustavo Petro. Sin embargo, seguirán peleando.
¿Por qué inhabilitaron al excanciller?
Todo este pleito jurídico tiene su origen en la licitación para la fabricación de los pasaportes que Leyva decidió declarar desierta a finales del año pasado. El entonces canciller se mostró frontalmente en contra de que hubiera una licitación de esa magnitud con un solo proponente, Thomas Greg & Sons, que llevaba más de una década quedándose con el contrato sin ningún tipo de oposición. Esto dio lugar a una demanda millonaria contra el Estado de parte de la empresa de los Bautista que aún no se ha resuelto y desencadenó un efecto dominó en el alto gobierno que, entre otras cosas, dejó a Luis Gilberto Murillo como canciller.
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