"La inteligencia artificial (IA), proporcionada por ChatGPT, estima que una persona soltera requiere $2.731.935 mensuales, equivalente a USD 673, para satisfacer sus necesidades básicas en alimentación, vivienda, servicios públicos y transporte. Según este análisis, el salario mínimo cubre solo el 48 % de los costos mensuales esenciales".
Esta afirmación concuerda con las observaciones reiteradas que la bancada sindical siempre ha sostenido en las reuniones que año tras año se realizan, para esta época de fin de año, en la Comisión Nacional de Concertación y que hacen parte integral del soporte con la cual se presentan las propuestas de incremento salarial del salario mínimo.
Colombia es uno de los países más desiguales del planeta. Ocupa un lugar entre los tres primeros y entre las múltiples explicaciones de esta situación, está el salario mínimo tan alejado de las posibilidades reales de solucionar las necesidades materiales de la gente.
Ello es el resultado de los gobiernos proempresariales que históricamente ha tenido Colombia y que en el período neoliberal han agudizado está precaria situación.
En los últimos 33 años hemos advertido sobre esta gran brecha de los ingresos en Colombia explicada no solo por los reducidos y mínimos aumentos en el salario mínimo sino porque adicionalmente todas las reformas laborales pensionales y tributarias han favorecido al gran empresariado, llenándolo de privilegios sobre la base de recortar los derechos y los ingresos de la población.
La tasa de desempleo se ha mantenido en dos dígitos, así mismo la informalidad siempre ha estado bordeando el 60% de la población económica efectiva, lo que da cuenta real y material de que los recortes a los ingresos de los trabajadores no ha resuelto esta situación.
Los últimos dos años ha habido atención de este gobierno por reducir esa brecha y aumentar el poder adquisitivo del salario mínimo en nuestro país.
Sostuvieron los empresarios en estas en estas dos últimas decisiones de incrementos salarial que las empresas entrarían en serias dificultades y que podrían con dichos incrementos aumentar el desempleo y la informalidad y llegaron a extremar en una expresión que bien podría catalogarse de que los ricos también lloran, de que sus empresas podrían llegar al colapso.
No ha sucedido nada de ello, por el contrario la inflación ha seguido descendiendo, el desempleo ésta en un dígito y si bien la informalidad no se ha reducido, la desigualdad inicia su reducción al lograr sacar más de 1,6 millones de colombianos de la pobreza.
Para las negociaciones de este año gremios como la Andi, Fenalco y la Sac han venido sosteniendo que el incremento del salario mínimo superior a la inflación, desbordaría la situación de las empresas
Para las negociaciones de este año gremios como la Andi, Fenalco y la Sac han venido sosteniendo que el aumento de los costos laborales que trae la reforma laboral y el incremento del salario mínimo superior a la inflación, desbordaría la situación de las empresas poniéndolas en situación de posible quiebra.
De esta manera ya empiezan una cruzada ante la opinión pública tratando de convencerla, utilizando sus medios de comunicación, de que el incremento los costos laborales generaría desempleo e informalidad.
Esta tesis engañosa de los empresarios los neoliberales y los gobiernos proempresariales ha sido rebatida por los hechos y por un premio Nobel del 2021 el economista David Card de los Estados Unidos, quién demostró de que el incremento del salario mínimo en la ciudad de Nueva Jersey comparada con una situación de congelamiento del salario mínimo en la ciudad de Filadelfia arrojó que dicho incremento no destruyó puestos de trabajo, como predecía la ortodoncia neoliberal.
Por el contrario el incremento de los ingresos en los trabajadores siempre ha mejorado la demanda de bienes y servicios, es decir, el consumo y por consiguiente una producción mayor de ellos y una situación propicia para la reactivación económica.
En la medida en que se deprimen los salarios se deprime el consumo y se le echa freno de mano a al crecimiento económico
En la medida en que se deprimen los salarios se deprime el consumo y se le echa freno de mano a al crecimiento económico. En las actuales circunstancias de Colombia en las cuales por las altísimas tasas de interés que mantiene el Banco de la República a pesar de haberse reducido significativamente la inflación le ha mantenido freno de mano a la reactivación económica.
Se podría concluir que una reducción significativa de las altas tasas de interés combinada con un real incremento de los ingresos de los trabajadores por la vía la recuperación de los derechos contenidos en la reformas sociales y en esta oportunidad de alimentos salario mínimo le sirve el conjunto de la economía e inclusive a reactivarla.
Con estas apreciaciones y con los resultados que arroja la inteligencia artificial no se puede seguir precarizando los ingresos de los trabajadores y que en la comisión de concertación de este año los trabajadores armados de estos criterios podrán demandar un incremento sustancial de dicho salario.
La ministra de trabajo de México en la reunión en la cumbre interamericana de ministros de Trabajo de las Américas el pasado 23 y 24 de octubre en Bogotá, sostuvo que en el período de 6 años del presidente Manuel López Obrador el incremento del salario mínimo en dicho país fue del 300 % sin que la inflación haya superado en ese periodo el 30 % y con ello ni se quebró el país ni se quebraron los empresarios y si por el contrario lograron incrementos en la economía e importantes y se mejoró la vida material de los trabajadores y de sus familias.
Posdata: el 21 de noviembre la Asamblea Nacional Popular está convocado a una movilización social en el marco de la conmemoración de 5 años del inicio del estallido social y en respaldo a las reformas sociales.
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