Hablar de Cartagena de Indias, por lo general, evoca todos los vestigios que la hacen ser histórica. Desde las murallas hasta el castillo de San Felipe, sus grandes islotes y sus espacios de gran sociabilidad son características de la ciudad. No obstante, existen otras tradiciones que se gestan en espacios importantes para el fortalecimiento cultural de nuestra ciudad, como las fiestas de independencia.
Cada año, se celebran las fiestas de independencia de la ciudad de Cartagena, siendo momentos no solo para recordar las gestas de independencia de hombres como Pedro Romero y los lanceros de Getsemaní, sino también una forma de contracultura o resistencia a los elementos culturales hegemónicos. Los colores, la música, los bailes, entre otras formas de expresión, reivindican el gran mestizaje llevado a cabo en nuestra ciudad y la simbiosis cultural que generó, mostrando así la riqueza sociocultural.
Los residentes de esta ciudad se reúnen para dar vida a un evento colorido, cuyo significado está arraigado en lo que somos como cartageneros y que es vital para poder reformar nuestra identidad. Por otra parte, este evento suele convertirse en un elemento fundamental de nuestra memoria colectiva, recordándonos que la historia no son solo fechas y hechos, sino una fuente de aprendizajes y resistencia. Podemos afirmar que al conmemorar nuestras raíces, fortalecemos nuestras aspiraciones y construimos una Cartagena inclusiva donde cada voz cuenta.
Ahora bien, las fiestas pueden ser vistas como una forma de seguir construyendo nuestro tejido cultural, ciudadano y cívico, lo cual es importante para la construcción de una ciudad plural con una herencia fuerte y poderosa.
Nota: una pequeña reflexión sobre la importancia de las fiestas en Cartagena.