Hoy tuve que transbordar por el deprimido del sistema Transmilenio que une la troncal Américas con la carrera 30, y hay cuatro cosas que quiero compartir:
- Supuestamente en el sistema no se puede consumir alimentos, incluso se estipulan multas, pero al parecer buscando todo lo contrario, tienen alquilados locales para ventas de empanadas, chuzos, perros y hamburguesas, la gente se sube a los buses comiendo, botando papitas o untando de salsa a todo el que se les arrime, ¿al fin qué?
- Hacen falta canecas de basura, las cuales deberían poner en altura, para ganar espacio, pero también para que sean visibles. Un tráfico inmenso de basura con un precario dispositivo de canecas para disposición de residuos.
- Hace falta mucha cultura ciudadana, muchos avispados se pasan al contraflujo por debajo de los separadores, nadie los censura, y se van en contravía, dañando la libre circulación.
- Sigue existiendo el mito de que los hombres son los delincuentes, y que las mujeres son hadas madrinas, pero a lo largo del túnel, se ven filas de hombres, esperando a ser requisados, y ninguna mujer requerida o requisada, claro, ellos hacen la fila para la requisa, luego de entregarle a su compañera la maleta, quizás por aquello de la comodidad.