El libro “URABÁ: Una gesta nacional de empresarios y trabajadores” es la historia del arranque y consolidación del agrocultivo bananero en la región, luego que algunas personas, la mayoría sin ninguna experiencia previa en la fruta, respondieran a un aviso que publicara en el diario El Tiempo, en 1962, la Frutera de Sevilla, nombre que en Colombia tenía la United Fruit Company, invitando a invertir en un cultivo temporal en Urabá a quienes tuviesen tierras dentro de unos límites determinados por ella, tener planos topográficos, comprometerse a adecuar la tierra y los campamentos según sus indicación y tener USD 300 por hectárea para invertir. No eran personas ricas. Más bien se trató de un grupo heterogéneo de gentes provenientes de varias partes del país, que vieron en la convocatoria una oportunidad para salir adelante.
Gracias al esfuerzo monumental de estos empresarios junto a sus trabajadores, el emprendimiento bananero pudo consolidarse porque tumbar selva para crear un agrocultivo bajo unas características tan exigentes como lo solicitaba la United Fruit Co. fue una gesta inimaginable ante la cual muchos pioneros sucumbieron por las progresivas exigencias económicas y donde muchos trabajadores murieron por las condiciones malsanas del hábitat que corresponde a un clima tropical, cálido y húmedo.
Tres fueron los grandes obstáculos que debieron superar para salir adelante; primero, la falta de apoyo de los gobiernos de entonces, indiferentes e indolentes frente al esfuerzo; segundo, la guerrilla (EPL y FARC), que copó la zona bananera luego de los acuerdos de paz del gobierno de Belisario Betancur en 1983, tiñeron de sangre la región, se ensañaron con los productores y trabajadores, e incluso se sumieron entre ellos mismos en la “guerra sindical” de 1984 por la hegemonía sindical, produciendo más de 300 muertos entre sus propios directivos y afiliados.
Finalmente el esfuerzo se consolidó, y en 2023 las exportaciones bananeras colombianas alcanzaron las 105 millones de cajas de 20 kg. por un valor de USD 969 millones, y generando 42.000 empleos directos y más de 108.000 indirectos.
Eduardo Benavides Legarda, el autor, es sociólogo con especialización en investigación social. Vivió en Urabá durante la década de los 80, vinculado gran parte de ese tiempo a la producción bananera por lo que conoce por experiencia directa las características del agrocultivo; padeció “en carne propia” la violencia guerrillera, y conoció “in situ”, la manera como operan las multinacionales bananeras. Esto hace a esta obra diferente a la gran mayoría de investigaciones sobre la región que son de corte académico. El autor habló muchas horas con los protagonistas de estas historias e inclusive entrevistó a un excomandante desmovilizado del EPL, quien le narró cómo operaba la guerrilla por entonces. Todas estas conversaciones están consignadas en el texto. El libro contiene estadísticas para sustentar el progreso del emprendimiento bananero, cuya recolección duró dos años.