La COP16 tiene muchos nombres propios, desde el presidente Gustavo Petro hasta la ministra Susana Muhamad, pasando por otros cientos de funcionarios, todos han sido claves a mayor o menor escala para su organización desde antes del evento, durante e incluso lo serán después a la hora de evaluar los resultados y los réditos que dejó para el país. Sin embargo, hay alguien en particular cuya labor ha estado fuera del radar, pero que ha sido y está siendo fundamental. Se trata de Jenny Sharyne Bowie Wilches, la jefa negociadora de la delegación de Colombia.
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Bowie nació y creció en el archipiélago de San Andrés y fue allí donde comenzó su trayectoria profesional como contratista de la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina (Coralina). Sin embargo, rápidamente se encaminó al lugar que la terminaría catapultando definitivamente: la Cancillería. Entró a la carrera diplomática en 2013, tiempo en el que estaba caliente la pelea por el mar territorial entre Colombia y Nicaragua y rápidamente fue enviada para ser Tercer Secretaria de Relaciones Exteriores en la Embajada de Colombia en La Haya, algo para lo que fue clave el hecho de que en ese entonces era la única funcionaria raizal que tenía el Ministerio.
Estuvo en Países Bajos durante casi una década, pero regresó a Colombia el año pasado cuando recibió el llamado de una paisana suya como Elizabeth Taylor Jay, quien fue nombrada como viceministra de Asuntos Multilaterales por el excanciller Álvaro Leyva después de la salida de Laura Gil. Bowie alcanzó a ser su asesora durante casi un año, pero Luis Gilberto Murillo llegó con otros planes para ese Viceministerio, el cual le terminó dando a la palenquera Kandya Obezo.
Sin embargo, eso no fue problema para la abogada sanandresana, quien además de su rol dentro de la Cancillería ya tenía una tarea encomendada que, de salir bien, podría ser una gran vitrina para su carrera profesional
Su experiencia como diplomática y trabajando en asuntos multilaterales fue suficiente para que la eligieran como la negociadora principal de la delegación colombiana en la Conferencia de las Partes que se desarrolla en Cali, liderando un gran equipo en el que hay representantes de comunidades indígenas, campesinas, afrodescendientes y raizales, como es su caso.
Ella, junto con el resto de negociadores, está presente en las reuniones y mesas de trabajo que están teniendo los líderes mundiales en las que se están tomando decisiones trascendentales sobre el manejo que se le debe dar a la biodiversidad y poniéndole tareas a cada país. Según ha contado en varias entrevistas, hasta ahora el balance ha sido positivo.
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