El miércoles 13 de mayo salimos de Turbo a las 5:40 de la madrugada rumbo a San Juan de Urabá, cada estudiante de comunicación social periodismo fue a verificar o negar la realidad del acueducto inaugurado a finales de marzo, proyecto del que los medios empezaron a difundir: Después de 27 años esperando, hay agua potable.
¿Potable?, bueno, la verdad es que la realidad es distinta. Los aguateros siguen en su oficio de distribución de agua, ese día no había servicio y el mismo secretario de planeación del municipio dijo que el agua no era potable, porque la mitad de la tubería está contaminada.
Sin embargo, en el parque se veía la publicidad de la Gobernación de Antioquia de un niño bebiendo con un vaso de agua potable, incluso en la casa de la cultura hay una pintura que muestra el pasado con los aguateros y el presente con agua para beber de la llave.
La represa está ubicada en la hacienda Laureles, en la que hay 22 espejos de aguas y el terreno tiene una extensión de 43 hectáreas. Allí, Corpourabá, que no va desde el 2010 que se expidió la resolución 527 del 29 de abril de ese mismo año y se le otorgó concesión de aguas para uso doméstico, con una capacidad de 54 litros por segundo, hizo un trabajo de identificación de espejos de aguas interiores, y esa represa quedó como uno de los humedales para cuidarlo, porque ya llevaba mucho tiempo; aunque argumentan que no es un humedal natural, lo hicieron, y ha cogido unas connotaciones como de humedal.
Colombia, mediante la LEY 357 DE 1997 de (enero 21) está suscrita a la "Convención Relativa a los Humedales de Importancia Internacional Especialmente como Hábitat de Aves Acuáticas", suscrita en Ramsar el dos (2) de febrero de mil novecientos setenta y uno (1971). Y en su artículo 1 dice:
A los efectos de la presente Convención son humedales las extensiones de marismas, pantanos y turberas, o superficies cubiertas de aguas, sean éstas de régimen natural o artificial, permanentes o temporales, estancadas o corrientes, dulces, salobres o saladas, incluidas las extensiones de agua marina cuya profundidad en marea baja no exceda de seis metros. Todo esto convencidos de que los humedales constituyen un recurso de gran valor económico, cultural, científico y recreativo, cuya pérdida sería irreparable.
Por otra parte, la planta de tratamiento está en el Cerro Volcán, a cuatro kilómetros del casco urbano, donde en el 2013, en cuatro meses tuvo dos erupciones el volcán y dejó grietas en la vía.
Debido a este suceso, se crea la incógnita ¿por qué hacer la planta en ese lugar con una erupción reciente? La respuesta es simple, por el tema la gravedad y para que no tuviera un costo adicional la operación. Y en la Administración Municipal dijeron que se realizaron estudios de suelo a 20 metros de profundidad, diseñaron una cimentación para soportar los 2000 metros cúbicos de almacenamiento y para las otras estructuras.
Me hubiese encantado estar en estos dos sitios mencionados, aunque eso no influyó en que pudiera entender lo que sucedía.
El servicio es solo de cuatro horas diarias y se tiene estipulado que la población beneficiaria es de 10 a 12 mil habitantes, incluyendo el corregimiento Monte cristo, la vereda San Juancito y Calle larga. Además, se estipula que en 24 horas deben consumir 1000 metros cúbicos, que según un técnico de este servicio se lo consumen en cuatro horas y cuando se empezó a distribuir en dos horas, ‘además, no están pagando todavía’ fue una de las frases del técnico, la pregunta es: ¿se piensa en calidad de vida para la población o en seguir llenando el bolsillo a las empresas?
Y es que hipotéticamente en Caracol Televisión conocen más a los aguateros que en la Administración Municipal; recuerdo que Katerine, en la oficina de planeación preguntó ¿qué iba a pasar con los aguateros, si esa es su forma de sobrevivir?, ¡increíble!, no sabían quiénes eran, eso no pasaba allá, y hay unos que llevan más de 15 años en esa labor y si en cualquier parte del municipio preguntas por un aguatero te remiten a él.
El hecho es que en San Juan, quedan dudas por resolver. Agua potable, ¿dónde?
Si estamos en un Estado de Derecho, hay que asumirse como sujetos de derechos. Para los paños de agua tibia no más lugar.