Alfredo Villaveces es un nerd que no tiene pinta de nerd. Estudio derecho en el Rosario y a la par estudio filosofía solamente porque en aquellos años 60 no estudiar una típica carrera como ingeniería, medicina, administración, arquitectura era ser un vago; pero él tenía claro que ni se montaría en un sastre con corbata ni andaría de juzgado en Juzgado defendiendo culpables e inocentes, así que los diplomas quedaron guardados.
Lea también: Así fue el último concierto de Paul McCartney en Bogotá; fue hace 12 años y se pudo ver gratis en TV
Lo único que Villaveces quería hacer era plata y se dedicó a hacer negocios. Vendió trago. Vendió carros. Perdió en la mayoría. Por aquellos años Alfredo Villaveces entendió que trabajar solo por dinero era lo que menos le daría dinero y entonces empezó a enfocarse en sus pasiones. Otra de las grandes enseñanzas de aquellos tiempos fue que los golpes y las caídas vuelven a las personas mucho más fuerte, tanto a nivel personal como a nivel empresarial. Y para llegar a ser gran patrón de los conciertos de rock como lo es hoy, Villaveces sí que sabe de caídas y perdidas, pero más sabe de levantadas y de volver a empezar.
Luego de quebrarse por estar comprando y vendiendo cuanta cosa le cayera en las manos, de la mano del empresario de conciertos Felipe Santos —hermano del expresidente Juan Manuel Santos— empezó a meterse en la escena de los eventos haciendo unos cuantos en el famoso Catillo Marroquín. Ahí fue donde Villaveces se interesó y empezó a aprender del oficio de montar artistas en las tarimas, en el que lleva más de 25 años y el que quiere hacer hasta el último día de su vida.
Lea también: Todo lo que tiene que saber de Keane, la famosa banda inglesa que se presentará en Bogotá
Al lado de Felipe Santos, Alfredo Villavaces estuvo también detrás del icónico concierto de Guns and Roses en 1992, el cual resultó en pérdidas millonarias para los empresarios que se asociaron para traer la banda norteamericana a Bogotá. Endeudándose mucho y con la ayuda de su mamá empezó haciendo conciertos en pequeños pueblos. Sin conocimiento de nada, montó un concierto en San Andrés donde se reventó económicamente porque no pensó en los costos y las trabas que se encontraría en el camino. Regresó a Bogotá con una mano adelante y con otra atrás, pero con la satisfacción de haber sacado adelante el concierto. Luego llegaron más ayudas, más deudas, pero siguió adelante. Perdiendo y ganando algunas veces empezó a aprender que el negocio de promover artistas y hacer espectáculos es una ruleta rusa a la cual para apostarle hay que tener cuero duro. Cada concierto es una apuesta diferente que, así como da ganancias lo puede mandar a la quiebra. Ese juego es también una pasión de Villaveces.
Ya terminándose la década de los 90, Villaveces se separó de Felipe Santos y se asoció con otro rey midas de conciertos, Phil Rodríguez y con el venezolano Santiago Otero. Crearon la firma Evenpro, una empresa que en poco tiempo comenzó a mandar en la industria de conciertos de rock en Suramérica y en Colombia. Así empezó otra historia de altas y bajas de pérdidas y ganancias de alegrías y tristezas en la que se montó Villaveces hace ya casi 30 años.
Lea también: Move Concerts, la empresa que traerá a Iron Maiden en su cuarta visita a Colombia
Los conciertos de rock y música en anglo en Colombia y otros tantos en América del Sur tienen su nombre y apellido. Para ejemplo el primer mega concierto de Metallica en el Parque Simón Bolívar en 1.999 al que le metieron 80 mil personas, un evento que partió la historia de los conciertos de talla mundial en el país. Metallica se ha presentado cuatro veces en Colombia y Villaveces junto a su inseparable socio Phil Rodríguez han estado detrás de ello.
La lista es amplia: Alanis Morissette, Black Eyed Peas, Incubus, Jamiroquai, Gwen Stefani, Marilyn Manson, Bjork, Kyle Minogue, Rolling Stone, Duran Duran y Paul McCartney están ella. En 2008 hizo una gran apuesta: traer a Iron Maiden, le fue tan bien y la hazaña la repitió en 2009 y luego una tercera vez en 2011. Este 24 de noviembre (2024) los volverá a presentar en Bogotá, pero ahora será en el estadio El Campin. Otro éxito. Las boletas para este último concierto de la banda británica salieron a la venta un años antes del evento y absolutamente todas se vendieron en menos de 2 horas.
Desde el primer concierto que se hizo en Colombia, la banda británica quedó casada con Villaveces y con el país. Cada vez que el empresario colombiano les proponía regresar ellos no lo pensaban más de un minuto. En esta oportunidad fue igual. Iron Maiden sabe con quién están haciendo el negocio y saben que los colombianos los van a ver una y mil veces más.
Villaveces recuerda aquel primer concierto de Maiden en Bogotá. Dice que aquel concierto fue una absoluta locura y que ha sido uno de los mejores que él como empresario haya hecho en el país, que se le suma a los de Metallica y The Rolling Stone, Paul McCartney, que también volverá a subir a tarima este 1 de noviembre, 23 días antes de que Maiden se suba al mismo escenario.
Después de casi 30 años moviendo el mercado y poniendo en las tarimas a los mejores del mundo, Villaveces ya es el que manda con los conciertos de rock y pop en Colombia y lo hace bajo la sombrilla de su empresa de la que es socio con Phil Rodríguez: Move Concerts, como pasó a llamarse desde 2012 la empresa de los dos gigantes empresarios, que es hoy en día la promotora de conciertos de música anglo independiente más importante de América Latina y que para el próximo año ya tiene asegurados tres estadios y uno más para el 2026.
Villaveces y Move Concerts cerrarán este año en Colombia con Keane, Iron Maiden y el gigante Paul McCartney, todos ellos en noviembre. Keane y exBeatle aun tienen entradas disponibles. Aunque Iron Maiden vendió todo hace un año, Alfredo Villaveces dio una buena noticia para muchos que se quedaron sin boleta, tal vez haya la posibilidad de habilitar algunas entradas más, una noticia que, de lograrse, el mismo empresario confirmará en algunos días. Aun con una experiencia de 30 años en la industria y sabiendo de primera mano que el negocio de subir artistas en escenarios no ha dejado de ser un casino en el que las opciones de perder y ganar están presentes, Villaveces sigue y seguirá apostando en este juego y sobre todo apostándole a los gigantes conciertos de rock, un género que él le enseñó a escuchar en vivo a los colombianos.
