A pesar de haber sido uno de los grandes logros del Acuerdo de La Habana, las curules de paz han recibido bastantes críticas desde su creación y muchas de ellas han sido dirigidas directamente a las personas que fueron elegidas para ocuparlas, a quienes se les ha acusado de no ser merecedoras de dicha distinción. El que más ha dado de qué hablar ha sido el hijo del excomandante paramilitar Jorge 40, Jorge Tovar Vélez, quien no solo logró llegar a representar a las víctimas del Cesar y el Magdalena, sino que también es el Primer Vicepresidente de la Cámara de Representantes.
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No obstante, ahora todas las miradas están puestas sobre otro congresista de este grupo, el abogado James Hermenegildo Mosquera Torres.
Mosquera es oriundo de Istmina, Chocó, mismo municipio que vio nacer, entre otros, al futbolista John Córdoba y al pesista y medallista olímpico Yeison López y tanto allí como en el departamento ha desempeñado diversos cargos públicos a lo largo de su carrera, aunque lo que lo terminó catapultando fue el haber defendido a víctimas de la masacre de Bojayá. Esta labor habría hecho que le llegaran amenazas y que fuera desplazado de su territorio, lo cual permitió que fuera certificado por la Unidad de Víctimas, requisito indispensable para acceder a la curul.
Sin embargo, fue la propia Unidad de Víctimas la entidad que, en diciembre de 2023, demandó a Mosquera por un presunto fraude a la hora de registrarse como víctima. De acuerdo con ellos, no hay claridad sobre si realmente existieron amenazas y, además, hay una carta de la Secretaría de Gobierno de Istmina en la que dan cuenta de que el hoy congresista no vivía en el municipio por esas fechas. Tras más de un año, la Corte Suprema de Justicia decidió abrirle una investigación.
¿Cómo nacieron estas curules?
En agosto de 2021, después de cuatro años de trámites en el Congreso y de haber sido hundidas y revividas luego por la Corte Constitucional, el entonces presidente Iván Duque le dio vida finalmente a las curules de paz, una reforma contemplada desde el Acuerdo de Paz cuya idea era asegurarle una representación específica en la Cámara de Representantes a algunos territorios afectados directamente por el conflicto armado.
Entonces se acordó que se adicionaran 16 curules para dos periodos, el de 2022 a 2026 y el de 2026 a 2030, las cuales tendrían una cabeza representando a las víctimas de: Nariño – Cauca – Valle; Arauca; Bajo Cauca; Catatumbo; Caquetá; Chocó (curul que ocupa James Mosquera); Sur del Meta – Guaviare; Montes de María; Pacífico – Valle – Cauca; Pacífico Nariño; Putumayo; Magdalena – Guajira – Cesar; Sur de Bolívar; Sur de Tolima y Urabá.